Menudo exabrupto el de la Voguemomia. Que «el Rey no ha mediado». Muy bien. Pero si hubiese mediado tampoco hubiera pasado nada, Vice. Aplicando de un modo más o menos generoso la analogía, podría entenderse que la mediación entra dentro de las funciones constitucionales del Rey. Vaya por delante que yo no soy monárquico, pero la Constitución vigente, mientras no se reforme, dice lo siguiente en su art. 56.1 (creemos que la Vice lo sabe; pero por si se le ha olvidado, se lo recordamos):
El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes.
Habida cuenta de que el «funcionamiento de las instituciones» es notoriamente irregular, no está de más que el Rey, como Jefe de Estado, dé un paso al frente y proponga a las instituciones y a quienes las dirigen que se reúnan y vean qué se puede hacer para salir del atolladero. Un país no puede ir bien cuando dieciocho asambleas legislativas (que se dice pronto) legislan para su propio beneficio y de espaldas al pueblo. Ni cuando el Ejecutivo nacional no toma las medidas necesarias para hacer frente a una crisis que se nos está llevando por delante y prefiere espiar a sus súbditos (que no ciudadanos), especialmente a los disidentes, sin ningún tipo de cortapisa legal o judicial). Ni siquiera cuando una sentencia depende de un criterio estrictamente político (Estatut, corrupción, etc.).
Y bien está que se tomen medidas. Medidas que se podían haber tomado antes, cuando las tomaron Francia o Alemania. No sabemos qué clase de canguelo pilló a ZP a la hora de tomarlas: ¿acaso era el miedo o incapacidad supina de tomar medidas necesarias pero impopulares? ¿O era que realmente no tenía quien diera la cara por él e hiciera el trabajo sucio (enfrentarse a la ciudadanía y a la prensa), ya se tratara de la Vice (recordemos el incendio de Guadalajara) o de otra persona?
Como sea, parece que algo se está moviendo. Los rumores de que a la Vice le quedan dos telediarios siguen siendo insistentes. Y si se va la Vice, ¿a quién ponemos? No me hagan mucho caso ustedes, pero yo diría que la opción Pepiño tiene posibilidades. Ha reparado las relaciones que Juanita Calamidad (también atiende por Maleni Álvarez) había destrozado tras declararse antes partía que doblá; y al menos no se le caen los puentes. Y tampoco está decidido a permitir que le chuleen los controladores (para chulo él, naturalmente). Eso es algo que por ahora hay que anotar en su haber.
Esperemos, por el bien de todos, que se acierte con las medidas a tomar y que las tomen en serio. O nos iremos todos a tomar por… ahí, así les importe mucho o poco. Alles klar, Frau Kommissärin?