«Dejad que los niños se acerquen a mí»

Con la mayor repugnancia doy mi opinión sobre un tema que no hubiese querido tener que tocar. Sin embargo, la realidad es la que es, y sabiendo como ustedes saben que me he definido siempre como católico, es lógico que no escurra el bulto. Lo primero de todo, vaya toda mi repugnancia hacia esos hechos, que ofenden todas las leyes divinas y humanas. Me resultan incomprensibles teniendo en cuenta que quien los ha perpetrado ha hecho tres votos (juramentos): de pobreza, de obediencia y, sobre todo, de castidad, entendida como prohibición de acceso carnal a personas de ambos sexos. Pero … Continúa leyendo «Dejad que los niños se acerquen a mí»