Ya con ocasión de una huelga anterior de controladores, dimos nuestra humilde opinión acerca de la oportunidad, fondo y consecuencias de dicha huelga. Prácticamente nada que añadir a aquellas palabras, salvo un detalle.
Es verdad que algunas personas o incluso colectivos (por ejemplo, el de los que podríamos denominar periodistas estrella) pueden cobrar más que los pobres y superexplotados controladores aéreos, siendo su responsabilidad definitivamente «menor» (como por ejemplo, la responsabilidad de los medios en la manipulación del 11-M, ¿verdad?). Sin embargo, ¿a nadie se le ha ocurrido decir que los Ministros cobran menos que ellos y su responsabilidad es definitivamente mayor? Dejemos para otra entrada la discusión de si están ejerciendo correctamente su responsabilidad o no. Pero si ellos no funcionan, la «nave del Estado» se va literalmente a la mierda. Entiendo que es una responsabilidad mayor que la de un controlador aéreo.
Sin contar también con que, en un momento en que se anuncian recortes sociales (sí, ésos que ZP dijo que nunca haría) y muchas familias perderán el respirillo de los 426 euros, ellos siguen con su chulería insolidaria de clase alta y de pijopavo, de mantener sus privilegios aunque el resto del mundo se vaya al carajo. ¿No debieran acaso mostrar un poco más de solidaridad en unos tiempos difíciles como éstos, en que el Gobierno se ha especializado en apretarnos los c…inturones?
Igual que en la ocasión agosteña, ya saben ustedes cuál es una parte del problema. Un Gobierno que hace muchas cosas menos lo que tiene que hacer, para que no le tachen de reaganista.
Actualización
El Gobierno ha decretado el estado de alarma, previsto por el art. 116 CE y regulado por la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio, apoyándose en el art. 4.c:
Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad, cuando no se garantice lo dispuesto en los artículos 28.2 y 37.2 de la Constitución, y concurra alguna de las demás circunstancias o situaciones contenidas en este artículo.
Todo hubiera estado mucho más claro si tuviésemos si la ley orgánica correspondiente regulara el derecho de huelga. Pero por no tocar las narices a los sindicatos andamos huérfanos de la misma y siempre pendientes de estar de rehenes de esos colectivos. En fin: a buenas horas mangas verdes…
Éste es el decreto:
Actualización
El mejor análisis que he leído de esta «crisis» pueden ustedes leerlo aquí.