(Nada) guapis (II)
Lo que llama desagradablemente la atención es cómo la directora presenta el encaje de la niña, que va de la mano de su transformación. La directora (no sé qué intenciones tendría) parte de la situación de las niñas «desatendidas»: en la mayoría de los casos no hay familia o es monoparental y la madre está demasiado estresada como para ocuparse de una hija que, a trancas y barrancas, deja de ser niña para internarse en el desconocido territorio de la adolescencia. Es decir: nadie las vigila. Y de aquí nos vamos a la presunta «libertad» de la que disfrutan esas … Continúa leyendo (Nada) guapis (II)