Palabras sensatas


Hoy les dejo aquí unas atinadas reflexiones de mi amiga Marga Glz. De la Torre acerca de la desinformación y sus hijos putativos.

DE LOS BULOS, HOAX, NOTICIAS «DE BROMA», MEDIAS VERDADES E INFORMACIONES TERGIVERSADAS

Vivimos tiempos convulsos, qué duda cabe. La gente (de izquierdas, derechas, apolíticos, anarquistas, liberales, conservadores…) está hasta las mismísimas narices, cabreada, disgustada y decepcionada.

Este ambiente es el caldo de cultivo perfecto para que proliferen los bulos, las noticias falsas o los libelos en los que se entremezclan datos reales con auténticas aberraciones y manipulaciones. En algunos casos no se sabe siquiera de dónde provienen las informaciones; pero como contienen información que, directa o indirectamente, puede desacreditar a algún político, se difunden como la espuma. En otros, las «fuentes» son personas o grupos con objetivos o intereses muy concretos, que todos podemos intuir.

Las redes sociales hacen que estas informaciones «negativas» corran como la pólvora, y que, muchas veces, se compartan sin haber comprobado la veracidad o verosimilitud de la información.

Por supuesto, el blanco preferido de estos hoax son los políticos. No diré que me dan pena: en primer lugar, «les va en el sueldo»; y, en segundo lugar, la conducta de la mayoría de ellos en los últimos años deja bastante que desear. Pero, ni siquiera en este caso me parece útil ni conveniente intentar desacreditarlos a base de bulos, de rumores sin contrastar, o de noticias que no se sabe de dónde vienen. Porque tanto bombardeo con informaciones negativas no probadas no conduce a nada más que al hartazgo del personal (véase la paliza diaria que dan en La Sexta con Bárcenas, que motiva que la gente cambie automáticamente de canal cada vez que aparece). Y, en el peor de los casos, incluso a tener problemas legales en el supuesto de que el político de turno se mosquee.

Pero, desgraciadamente, los bulos no sólo afectan a los políticos. Muchas veces recaen sobre empresarios «incómodos», o que «caen mal» a ciertos sectores de la sociedad; como, por ejemplo, hemos visto con el señor Juan Roig, presidente de Mercadona, sobre el que se han difundido todo tipo de historias falsas (como la de que se tiraba la comida a punto de caducar, cuando lo cierto es que se entrega a comedores sociales y bancos de alimentos), habiéndose recrudecido la campaña desde el momento en que Mercadona osó plantar cara al «Robin Jú» Sánchez Gordillo y sus asaltos. También suelen afectar a determinados grupos profesionales, que tienen como característica común, o bien el gozar de un puesto de trabajo fijo, o disfrutar de buenas retribuciones.

Tampoco salen mejor parados los familiares, aunque sea en séptimo grado, de los políticos. Sí, es bien cierto que estamos hartos de ver primos, tíos, hijos, nueras, novios, cuñados y hermanos de políticos o de miembros de la familia real, colocados «a dedo» en puestos para los que ni remotamente tienen capacidad, o creados exclusivamente para ellos. Pero tampoco se puede llegar al extremo de satanizar a todo primo lejano de político que se haya hartado a hacer carreras, masters, oposiciones o cursos de especialización y que haya llegado por méritos propios a ocupar puestos importantes. ¿Es tan difícil analizar los casos concretos, y criticar al que ha sido puesto a dedo, pero dejar en paz al que se lo ha currado? ¿O tenemos que meter a todo el mundo en el mismo saco? ¿Ser pariente de un político implica que uno tiene que irse a trabajar a Nueva Zelanda, o quedarse en casa sin hacer nada para que no piensen que es un «enchufado»?.

Y, por supuesto, no pueden faltar los bulos, falacias y tergiversaciones que afectan a las instituciones religiosas; especialmente, las relativas a la Iglesia católica, Vaticano, curas, monjas, obispos, u organizaciones, como Cáritas, vinculadas a la Iglesia. ¿Que alguno de sus miembros incurre en conductas deshonestas o delictivas? Bueno, pues ya tenemos a las redes sociales incendiadas, y a las principales cadenas televisivas dedicando programas especiales al tema, cuando, por supuesto, si los protagonistas de los hechos fueran profesores, administrativos, ingenieros o albañiles, la repercusión de la noticia sería infinitamente menor. Por ejemplo, cuando se conoció el caso del monje shaolin asesino, no vimos publicaciones en FB o Twitter exigiendo que se condene a todos los profesores de artes marciales o insultando a los budistas; cosa que me parece lógica y normal, puesto que nada tiene que ver el budismo, el kárate o el aikido con la circunstancia de que un practicante de esta religión o estas disciplinas sea un asesino, pero que no habría sucedido si el monje, en vez de shaolin, fuera carmelita descalzo.

Por eso, porque todos somos medianamente inteligentes, me gustaría hacer una petición: antes de dar difusión a ninguna noticia, o a ningún «Pásalo», «¿Sabías que…?», «¡Qué vergüenza!», «ESTO TIENE QUE SABERLO TODA ESPAÑA» y textos con encabezamientos similares que nos llegan por correo electrónico; antes de retuitear o compartir en nuestros muros esas publicaciones que nos cuentan, con tonos apocalípticos, que el primo segundo de tal ministro se ha comprado una casa o que la cuñada del hermano de tal político ocupa un puesto directivo en la empresa «X», que la nuera de tal ministro sacó unas determinadas oposiciones (¿y?), que la empresa Z hace que sus trabajadores se flagelen todas las mañanas antes de empezar a currar, que Cáritas destina el dinero que le donan a montar bares de copas, o que el cura de la parroquia de San Gil de las Calzas Verdes es un borracho comeniños, procuremos, en primer lugar, informarnos acerca del grado de veracidad y credibilidad que tienen esas noticias; y, en segundo término, pensemos por un momento en la repercusión y el daño que la difusión de esos bulos y tergiversaciones pueden hacer a personas que nada tienen que ver ni con la corrupción política ni con las meteduras de pata del ministro de turno, que se limitan a vivir de acuerdo con su fe religiosa o a ejercer su ministerio sacerdotal, o que han creado sus empresas o han llegado a desempeñar una profesión simplemente con su esfuerzo y sacrificio, sin que ningún político les haya regalado NADA.

Que nadie piense que mi intención es evitar que se denuncien los casos de corrupción, nepotismo, amiguismo, despilfarro y demás «lindezas» con que nos obsequian desde hace años nuestra casta política y sus allegados, o que pretendo que se oculten los «puntos negros» de instituciones como la Iglesia. Simplemente, sugiero que lo pensemos dos veces antes de compartir o retuitear según qué cosas. No merece la misma credibilidad una noticia publicada en un medio de comunicación medianamente serio, que otra proveniente de ciertos medios radicales y antisistema, a la derecha y a la izquierda. Y también sería conveniente que tuviéramos precaución con esos «pásalo» o esas «informaciones confidenciales» que nos llegan por correo electrónico, o con los mensajes que aparecen, de vez en cuando, en FB y Twitter, llenos de datos que nadie sabe de dónde han salido ni qué fiabilidad tienen.

Y tampoco olvidemos que ahora hay muchas páginas que tienen como finalidad crear noticias «de cachondeo». Sí, en muchos casos son muy graciosas, muy divertidas… pero, cuidadín, que a veces, si sólo se lee el titular, se puede generar una cadena de descalificaciones hacia personas e instituciones, basadas en una falsedad. Falsedad que, sí, persigue sólo la diversión, pero que también puede hacer daño si no se actúa con ojo y con inteligencia. Antes de publicarlas, seamos prudentes… Y, si las leemos, no juzguemos por la primera impresión, leamos todo antes de lanzarnos a opinar.

Como digo, la situación ya es bastante convulsa, compleja, y difícil, en todos los sentidos. No contribuyamos a la confusión dando difusión a bulos, manipulaciones y mentiras. Critiquemos todo lo que haya que criticar de políticos e instituciones; pero, por favor, hagámoslo con FUNDAMENTO.

Y, sí, las noticias de «guasa» están muy bien… pero siempre que TODOS entendamos que se trata de una broma, y que no nos sirvan para otras finalidades, de manera consciente o inconsciente.

Si habéis llegado hasta aquí, gracias por vuestra paciencia.

No queda gran cosa más que añadir. Acaso, sacudirse la pereza mental (un servidor de ustedes el primero) y aplicar el triple filtro atribuido a Sócrates

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso y muy respetado por la práctica de su conocimiento. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

–¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?

–Espera un minuto –replicó Sócrates–. Antes de decirme cualquier cosa querría que pasaras un pequeño examen. Es llamado el examen del triple filtro.

–¿Triple filtro?

–Correcto –continuó Sócrates–. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Por eso lo llamo el «examen del triple filtro». El primer filtro es la verdad: ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?

–No –dijo el hombre–. Realmente sólo escuché sobre eso y…

–Muy bien –respondió Sócrates–. ¡Entonces realmente no sabes si es cierto o no! Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad: ¿es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

–No. Más bien al contrario.

–Entonces –continuó Sócrates–, tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Tú puedes aún pasar el examen, porque queda un filtro; el filtro de la utilidad: ¿será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?

–No, realmente no.

–Bien –concluyó Sócrates–. Si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno e incluso no es útil, ¿por qué ibas a decírmelo?

7 comentarios en “Palabras sensatas

  1. Más que sensatas palabras ante tanta desinformación manipuladora.
    «Miente que algo queda» eslogan que utilizan los propagandistas para los que nada importa hasta conseguir su fin.

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  2. Que pena me da…… Los que hablan de defensda de derechos, de respeto en manifestaciones,¿quien son los primeros que descalifican? ¿quien injuria primero? ¿quien agrede primero? a todos estos que van de guays por la vida arremetiendo con las fuerzas de seguridad y se encuentran con una hostia por imbeciles les digo dede aqui que para pedir respeto primero darlo,a todos ellos una llamadita de conciencia que posiblemente el policia solo cumple su trabajo y su pensamiento puede ser como el tuyo¡¡¡ claro que si hablamos de obligaciones la mayoria de los que critican no saben el significado de esa palabra ya que la tonica general de su vida es no hacer el huevo¡¡¡ Cuando te den de Hostias por bocas en la calle,cuando roben en tu casa,cuando te quiten el coche, llamar a los colegas de manifa porque la policia es tan mala……… Pensemos un poquito en las personas que se juegan el tipo a diario por gente que no conocen y aprendamos a respetar.

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    1. Esta claro que gracias a la libertad de expresión, gente con severos trastornos de discapacidad mental pueden darnos su opinión. Para ejemplo el tal Bermejo este, que tiene hasta nombre de Madero.

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  3. Una amiga me ha pasado el link de este blog y tras un primer vistazo es fácil comprobar que es un despropósito, provocador y por supuesto manipulador. En este comentario que por supuesto me ha sufí imposible acabarlo por su contenido falto de interés y sobrado de extensión, veo que el autor no debe ser del gusto de la sexta y del intermedió. Por supuesto sobre gustos no hay nada escrito, pero cabe recordar que ese programa lleva en antena, en un grupo conservador como es atresmedia más de seis año, cada año con más audiencia y fieles seguidoreS que agradecen su punto de vista crítico y no manipulado. Basta recordar que ese programa goza de más audiencia que el mismísimo telediario de la primera.

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  4. Vaya, Veo que me he topado con un creyente progre. Resulta que para no ser tachado de «fascista» uno tiene que permitir que le insulten en su propia casa. Es cierto; me revientan el Enano Dakota y su pose de estreñido… pero no voy a su web a decirle «cuatro cosas», ni mucho menos veo su programa, sobre todo desde aquel montaje en el que pretendieron hacer decir a Hermann Tertsch lo que no había dicho ni diría nunca. Y remarco un detalle: la «audiencia» de un programa me la repampinfla. Es el argumento del estilo de «Coma mierda: 20.000 millones de moscas no pueden haberse equivocado».

    Por otro lado, si hubieras leído la primera línea de la entrada, te habrías percatado de que la entrada, en realidad, acoge unas palabras de otra persona, que amablemente me dio su permiso para incluirlas. Pero no. Va a ser que no lo hiciste. ¿Es cosa mía o todos los «produtos LOGSE» tienen problemas de comprensión lectora?

    Y bueno, lo de que mi blog personal sea un «despropósito, provocador y manipulador» te lo perdono. No pretendo gustar a todo el mundo, ni coincidir con el pensamiento único, ni nada parecido. Si no te gustan mis opiniones (o las de otras personas que pueda recoger aquí, como la del policía que escribió esa «Carta»), lo tienes muy fácil. Ah, y da las gracias a tu amiga por facilitarte la dirección de este blog 😛

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  5. Pingback: Bitacoras.com

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