Así de solas fueron al —o salieron del— Juzgado las señoritas a los que unos salvajes agredieron por haber montado una carpa en la ciudad. Su única compañía fueron los reporteros que cubrieron la noticia. ¿Ocurre esto en Minsk, o en Caracas, o en Pekín? No. Esto es Barcelona, nen. I què passa a Barcelona, nen? Pues pasa lo que pasa desde hace años sin que importe demasiado el color del Govern. Que a aquellos que tienen la osadía de sentirse orgullosos de pertenecer a la puta Espanya los machacan de todas las formas posibles. En el caso presente no fue necesario que todo un pueblo se echara encima de ellas, como ocurrió con una familia que pretendió escolarizar a su hijo en español (concretamente, en Molerussa, territorio tradicionalmente CiU). Bastó con que cinco brètols pegaran una patada a la paradeta —que hubiera dicho el recordado Josep Maria Bachs— y atizaran a las señoritas dejándolas com un sant Crist.
Naturalmente, han ido al juzgado a presentar la correspondiente denuncia. Pero no las ha acompañado nadie. Estaban todos muy ocupats preparando el inicio de la campaña electoral. Ahí está García Albiol, que uno no sabe si es que no le dejan decir lo que le gustaría decir o es que tiene otras preocupaciones: alt com un Sant Pau, ni está, ni se le espera. No fuera a ser que los brètols de siempre volviesen a pintarrajear y a apedrear las sedes del PP. Muts i a la gàbia. Y no quiero hacer más sangre con un partido que lleva años de gangrena catalana.
Lo de Ciudadanos tiene más delito. Siendo uno de sus puntos estrella en Cataluña la lucha contra la imposición nacionalista, ¿dónde coño estaba Inés Arrimadas, jefa de la oposición en el Parlament? ¿Preparándose para lucir palmito en la debata? En esto hay que reconocer que Dolores Agenjo, de quien ya hablamos en este blog, ha tenido igual suerte, aun siendo de C’s, que tiene fama de «cuidar de los suyos» en las lides separatistas. La soledad de estas señoritas es mayor, no obstante. No me consta que estas señoritas ostenten militancia alguna en alguno de los dos partidos citados, que son los únicos que defienden —sobre el papel— la españolidad de Cataluña. Por lo cual y dado que no eran de los suyos, C’s no ha considerado conveniente mostrarles su apoyo. Quizá cuando sólo estaban implantados en Cataluña podría haber habido algo de apoyo. Pero parece que ahora que son un partido nacional tienen otras miras.
De los hotros, ni qué decir tiene: el silencio será la norma. La go-gó del Baix Llobregat habrá pensado que ya tiene bastante con haberse entregado con armas y bagajes al prusés —lo que, incomprensiblemente, no ha movido a Pdr Snchz a ponerle firmes—. Se conoce que la enorme bandera española que mostró en cierto discurso no fue más que una boutade destinada a tranquilizar a la vieja guardia (y evitar que el voto socialista se escapara a C’s) que otra cosa. Perder aceite es lo que tiene. Sólo falta que salga Montilla a decir lo de «son casos aislados, chiquilladas que no merecen mayor atención».
Curiosamente, las feminazis tampoco han salido en defensa de estas señoritas. Debe ser que, como son fachas, está muy bien que les enseñen que no pueden ir por la calle con la bandera española y orgullosas de ello. Lo de siempre: si no eres de ellos, no eres mujer «de verdad» o gay «de verdad». No tienes derechos, eres una «no-persona» y te pueden partir la cara en la calle sin más.
No tengo idea de cómo irán las cosas en el juzgado. Desearía que detuviesen a los cinco brètols y se les aplicara el Código Penal cual corresponde en estos casos. Lamentablemente, la iniquidad empieza en el hecho de que para los Mossos los hechos sólo constituyeron un delito leve de lesiones. O sea, poco más que un tortazo. Luego falta que un juez bien aleccionado no los condene porque es la primera vez y no tienen antecedentes.
Pero el silencio más atronador es el de la Selección. Sí, ésa Selección a causa de la cual a esas señoritas les han partido la cara. Parece ser que el Marquès Del Bosc no ha considerado oportuno pronunciarse. Y que algunos jugadores tienen problemas más importantes que ése, explicados aquí y aquí.
Resulta una ironía sangrienta que al mismo tiempo que ocurren estos hechos, salga Sergio Ramos con esta gilipollez:
Hubiera sido preferible que Ramos hubiera mostrado como mínimo solidaridad con esas señoritas, ya que clamorosamente ha faltado la de los políticos, la de plumillas deportivos de medio pelo bienpagaos y poco dispuestos a meterse en líos. Y, por supuesto, la de muchos patrioteros de golpecitos de pecho y puñetazo en la barra del bar. Aparte de que si Ramos se muere, ya no podrá seguir cobrando el sueldazo que le pagan por dar patadas a un balón en nombre de España. Así está el patio.
Reitero mi solidaridad con estas señoritas y mi deseo de que los brètols que las agredieron sean convenientemente castigados. Aunque no doy por sentado que vaya a ocurrir así, quiero confiar en que, como decía Kant, es gibt noch Ritter in Spanien.
Las palabras son como las hojas; cuando abundan en exceso, poco fruto pueden dar.
Alexander Pope
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pero mas vale muchas palabras de uno mismo q usar cuatro filosofadas q encima no son tuyas
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Eso también. Y que lo honrado intelectualmente hablando es decir que no son de uno cuando no lo son. Ejercicio que, por cierto, no abunda.
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Antoni, no me refería a Aguador, me refería a Sergio Ramos:»Por la Roja moriré, soy espanol», blablabla, Espanol que vive de puta madre y que defiende muy poco lo que debería defender, digamos los intereses ajenos, de todos los espanoles.
Un saludo.
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Reblogueó esto en Neuronaliberal.
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