Libros de colores o el verdadero programa de ZP (II)


Siendo muy breves por razones de espacio (mejor y más desarrollada información tendrán ustedes en el libro de don César Vidal La Masonería, que les recomiendo encarecidamente si quieren empezar a saber algo sobre ese tema), vale la pena seguir el rastro de la aplicación en España de semejante plan:

  • Para el control de la educación y el adoctrinamiento ideológico en las escuelas, ZP parió la LOE y dentro de ella ese aborto jurídico llamado EpC, bendecido hoy por la Sala Tercera del TS. Fue muy sospechoso que el Gobierno conociese de antemano el contenido de la sentencia del Alto Tribunal. No menos notables fueron los cabreos de la exministra Cabrera al conocer que la «objeción de conciencia a la EpC» no paraba de aumentar (quizá por eso la destituyó ZP: porque no podía cortar ese flujo de adhesiones a la objeción).

  • El segundo punto también es muy claro. ¿Les suena a ustedes la modificación del artículo 44 del Código Civil, que habla del matrimonio, para asimilarlo al gaymonio? No menos reveladoras son las noticias acerca de cierta página de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat de Catalunya –las críticas a Marina Geli casi cuestan la cabeza a Eduardo García Serrano, quien es verdad que se excedió en las formas aun teniendo razón–. O los «talleres de descubrimiento del propio cuerpo» organizados en Andalucía y Extremadura para jóvenes y jóvenes, que los libran de las «pesadas cadenas de los prejuicios religiosos».

  • El tercer punto tampoco admite discusión alguna. La Ley Aído, sostenida por una analfabeta funcional, redactada por un presunto comité de expertos en cuya nómina no había un solo ginecólogo, y naturalmente bendecida por ZP, es la muestra del seguimiento del plan. Por ahora el TC se mantiene en la línea tradicional; pero visto lo visto, no se puede asegurar si va a seguir así por mucho tiempo. A la fistromenestra sólo le ha faltado decir, con su desparpajo sin gracia, que «el aborto é un gran negocio».

  • El cuarto punto se ha intentado popularizar gracias a películas como Mar adentro, la cual me parece una aberración (y de hecho, quedó claro el carácter de instrumento de propaganda de dicha cinta con la presencia en el estreno del matrimonio Rodríguez Espinosa). La argumentación de la película es la misma que la del régimen nazi en 1938. La propia muerte dejaría de ser un asunto privado para convertirse en tema de Estado: el Estado decide en ese caso cuándo y cómo te puedes morir. Andalucía es la primera comunidad en que se ha aprobado una ley de bene moriendi. Esperemos que no cunda el ejemplo.

  • La deslegitimación de cualquier adversario político es uno de los puntos más visibles del plan. El instrumento utilizado es la mal llamada «Ley de la Memoria Histórica», así como su derivación política que no legal Pacte del Tinell en el ámbito catalán. Ocioso es recordar todas las barbaridades que se han dicho para extender la idea de ilegitimidad de quien ose discrepar de los planes del Gobierno y así expulsar del sistema a la oposición nominal o real al Gobierno. Vean ustedes, si no, cómo los más tontos de ese rebaño de adictos inquebrantables llaman (rebuznan, más bien) «facha» a quien discrepa del Gobierno, aunque sea y sobre todo si es razonadamente.

  • Finalmente, el control de los medios de comunicación (o su intento) tampoco hay que ponerlo en duda. La misma existencia del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC), denunciada por organismos internacionales, pero que se quiere reproducir a nivel nacional; el acoso judicial a Jiménez Losantos o la última multa a Intereconomía por un ministro incompetente para ello; los editoriales conjuntos de la prensa catalana o la petición de Carod-Rovira de más complicidad de la prensa con el Govern… son todos ellos muestras de lo que quienes mandan pretenden hacer con nuestra libertad de pensamiento y nuestra capacidad de análisis de la realidad.

Pregunta clave: ¿Hay masones en el Gobierno? Mi respuesta en particular es afirmativa. Nadie que no fuera masón llevaría a cabo un programa como éste, que tan contrario es a los intereses y a la esencia de España. A partir de aquí, ustedes son libres de pensar, como yo, que la masonería en España quiere facilitar la transformación de esta nación en una neocolonia francesa, como ya ocurre en África, donde no pocos presidentes de las naciones de la Union Française son Grandes Maestres de las Logias de su país. César Vidal califica estas afirmaciones como «delirio», pero como poco dan qué pensar. Lo mismo se diga de ver «la mano negra de las logias en el 11-M». A lo mejor en el estado de la investigación en que nos hallamos pueda ser considerada «delirio»; pero quizás no lo sea más adelante.