Es el número de leuros que le pueden caer a Francisco José Alcaraz y a Voces contra el Terrorismo por no disolver la manifestación de ayer por desbordarse y ocupar más terreno del permitido por la resolución pertinente de la Subdelegación del Gobierno. El propio presidente de VcT no contaba con el desbordamiento, aunque la manifestación no solamente desbordó de personas. Desbordó de cariño hacia las víctimas, desbordó de verbo vibrante (al decir de los presentes) sobre todo cuando tomaron el micrófono Ketty Garat (el azote de Rubalcaba) y Teresa Jiménez Becerril.

Pero está claro que a la pepesoe le desagradó sobremanera que Alcaraz pudiera reunir tanta gente en una fecha que además, coincidía con la visita del Papa. Sin cobertura informativa mayor (salvo los esforzados de LD), el pepé huido a Santiago a ver al PaPa… a pesar de todo eso, la convocatoria ha sido un éxito. Y aquí empezaron los problemas. La Subdelegación autorizó un perímetro realmente reducido porque Alcaraz, como decíamos, no creía poder llenar una gran superficie. Sin embargo, las previsiones se desbordaron y rápidamente apareció la Policía (cabe suponer la Nacional, no la de Gallardón) e intimó a Alcaraz a disolver la concentración. Y el presidente de VcT, al ver toda esa gente allí congregada, se negó.

Vale que el Ayuntamiento está endeudado hasta las cejas porque tiene que pagar un casoplón que se ha mandado construir el alcalde ad maiorem gloriam suam de 500 millones de leuros. Pero ya sabemos que ésa no es la razón de tan abultada multa. La multa tiene que ver simplemente con tapar la boca a quienes denuncian las pifias antiterroristas del Gobierno y a quienes las han consentido sin abrir la boca, porque les han informado y ahora hacen correr por ahí la consigna el Gobierno sabe lo que hace. ¿Sorprende que a la convocatoria no se uniese la AVT? Probablemente, no. Ya no es la que Alcaraz dirigió.

Ni qué decir tiene que si hace falta, colaboraré en pagar la multa. Estoy seguro de que si VcT anuncia en su web un número de cuenta para donaciones, todas las personas de bien no tendrán inconveniente en donar la cantidad que buenamente puedan como colaboración para una causa verdaderamente justa, no como las «justas causas» de las que habla el bolivariano embajador de Venezuela, el Isaías.

SIEMPRE: MEMORIA – DIGNIDAD – JUSTICIA