Interludio musical
Dado que el país está como está y va como va, que no parece no tener arreglo, me permito compartir con ustedes este interludio musical que, cómo no, dedico a nuestra mal llamada Cámara Alta, en la que se permite llevar pinganillo a los muertos…
Nadie entre sin aumentar la entropía
Reflexiones sobre cosas que pasan en los cielos
Toda la información y material de estudio para preparar las oposiciones de Gestión Procesal, Tramitación Procesal y Auxilio Judicial
Pensamientos diversos a vista de pájaro
Ya que no podemos arreglar el mundo, hablaremos de lo que nos interesa: la política y los políticos, el fútbol, el cine, y todo lo que nos molesta, acompañados por unas jarras de cerveza. Bien fresquitas, por supuesto
Nada hay como el soldado español y mi única aspiración siempre ha sido estar a su altura
Escribo y difundo lo que me interesaría leer. Para todos los públicos
"Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga" Diderot. / "El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión" Ruskin – (Bitácora-Biblioteca virtual y PERSONAL, recopilatória de aquellos artículos que despiertan mi interés)
Asociación de Astrología de Cataluña
¿Los políticos Tambien?
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El Patito se vió reflejado en el agua, y la imagen que ésta le devolvía le cautivó por su hermosura: era un magnífico Cisne
"Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente." (Abraham Lincoln)
El cántaro del Aguador 
Lo del pinganillo tiene su razón de ser. Mejora el rendimiento de embustes por minuto, pasando a cada presunto traductor lo que le conviene al embustero mayor del reino, que oiga cada pinganillero, que atentos a su traductor, no oye el parloteo inútil en directo.
Así aumenta la producción de trolas por minuto, ahorrándose las engorrosas reuniones con cada cual, mintiendoles por separado. En una sola sesión puede producir tantas mentiras como en un mes por el método tradicional.
Esto debe debe suponer un ahorro importante, además de amortizar los dichosos pinganillos.
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El pinganillo sólo sirve para dos cosas:
a) Para que algunos senadores puedan crearse (y creerse) que siguen en «su casa» cuando vienen a Madrit.
b) Para «joder la marrana a los fachas del PP», rechazando el instrumento de entendimiento común que es la lengua castellana.
Por lo demás, es una estupidez que sale carísima para el ya (muy) castigado bolsillo de los españoles.
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