Cuique suum


Transcribo estas líneas de La Tercera de ABC, que anteayer contó con la colaboración de mi admirado D. Andrés de la Oliva Santos (original aquí). La negrita es nuestra.

«En cuanto a la Justicia, se levantará polvareda con cualquier sentencia extravagante, pero no es noticia el fracaso de la Nueva Oficina Judicial (NOJ) allí donde se ha comenzado a implantar (Murcia, Burgos): los procesos, lejos de avanzar y concluir más rápidamente, se «ralentizan». Esta realidad y la más importante aún de unos juzgados abrumados por la avalancha de asuntos no deben importarnos. Y mientras nos distraemos con anécdotas, echan a andar dos anteproyectos de ley. Uno, «de Agilización Procesal (AAP)»; otro, «de los Tribunales de Instancia» (ATI). El primero no agiliza nada: elimina la segunda instancia en muchos procesos civiles y convierte al Tribunal Supremo, en asuntos civiles, en un Supremo para ricos (el tope de cuantía subiría de doscientos cincuenta mil euros a ochocientos mil). En síntesis, mucha menos tutela jurisdiccional para todos. Por su parte, el ATI prevé eliminar todos los juzgados y colocar a sus actuales titulares (miles de jueces y de magistrados-jueces) en una especie de «rediles» (los nuevos «Tribunales de Instancia» y las secciones en que bastantes de esos tribunales se dividirían) convenientemente apacentados por los presidentes de tribunales y secciones, de modo que el criterio de la mayoría sea vinculante para el único juez al que, sin embargo, le corresponda un asunto.

No es este el lugar para las graves objeciones técnico-jurídicas, bastantes de ellas con relevancia constitucional (por ejemplo, derecho al juez predeterminado por la ley, inamovilidad, independencia judiciales), que el anteproyecto merece. Pero si vale de algo andar ya cerca del medio siglo de estudio y seguimiento profesional de nuestra Justicia, créaseme cuando digo que ese anteproyecto no obedece a los declarados propósitos de «unidad de criterio» y mayor eficiencia, sino al persistente afán de neutralizar a la Justicia. Las discrepancias jurisprudenciales más perturbadoras se producen realmente en el plano de las Audiencias Provinciales (e incoherentemente, el AAP renuncia a que el Supremo remedie esas discrepancias), y la experiencia de muchas décadas muestra que los órganos unipersonales dictan más sentencias y en menos tiempo que los colegiados. Pero a demasiados «dirigentes» de este país les interesa desactivar los Juzgados de Instrucción y también los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo. La clave de esta innovación radical, que se pretende hacer a toda prisa, por consenso, como si fuese un ajuste organizativo menor, es el máximo control posible de la Justicia, porque ésta, con todos sus males, es el único freno que queda a la arbitrariedad y a la corrupción. Y estas realidades penosas son, no nos engañemos, el «Don Beltrán» que no deberíamos perder de vista.»

Es verdaderamente terrible. Y no habría que citar solamente a Tirso o Quevedo, el de los muy pertinentes versos «Miré los muros de la patria mía / si un tiempo fuertes, ya desmoronados». Claro que se me puede decir: «son sólo proyectos de ley, en la tramitación se verá, etc.».También se verá si el PP se posiciona frontalmente en contra o si votará a favor tras un somero lavado de cara, como ocurrió con la nefanda Ley Sinde. Aquí habría que recordar también al Manrique de la Copla XVII y preguntarnos qué se fizo de los «luchadores de la libertad», que ahora mismo están missing. De esos que se hicieron antifranquistas al día siguiente de morir Franco, de los que dicen «servir al pueblo» pero le dispensan el más profundo de los desprecios. Sólo unos pocos luchan hoy para que se reconozcan sus derechos, con la esperanza pequeña de lo que se consiga redunde en beneficio de la sociedad.

Es terrible que gracias a la democracia tengamos la posibilidad de elegir aquellos que nos esclavicen. En Alemania ya pasaron por ello y el resultado es conocido. Y aquí, donde nuestro inefable ZP se declara heredero nada menos que del Frente Popular, ya conocemos lo que sucedió la otra vez. No debe extrañar a ustedes que quieran borrar las huellas (concentradas, por ejemplo, en los Archivos de Salamanca). Y al paso que vamos, repetiremos la historia.

2 comentarios en “Cuique suum

  1. Sr. Aguador,

    Muy buen post. Lo podría haber titulado «el continuo asalto a la justicia». Me lo voy a «pillar» para otro sitio, con su permiso, por supuesto.

    Saludos

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    1. Estimado filósofo:

      Tiene usted toda la libertad del mundo en lo que respecta a mi parte del post. Supongo que tampoco por la parte de D. Andrés de la Oliva tendrá problemas, siempre que cite la fuente, ya sabe.

      Saludos,
      Aguador.

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Gotas que me vais dejando...

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