Las elecciones useñas siempre me han parecido un parto de ballena. Sus primarias, sus caucus, el fund scoring que es el que hace que salga un candidato y no otro… Todo eso siempre me pareció aburridísimo, además de un modo de rellenar tiempo en los informativos patrios para justificar que no se hable de las pifias nacionales. Pero hombre, ¡con lo sencillo que es que en el Partido se reúna una comisión (o mejor, se designa a una sola persona) para que haga las listas y se ponga a los lameculos por orden de importancia y mérito en eso que se llama lista electoral! ¿Campañas electorales? Con quince días es suficiente y sobran catorce. En fin, que como dirían los galos: «¡Estos americanos están locos!».
Y sin embargo, en el coñazo electoral ha aparecido una figura que ha sido un revulsivo para la campaña: el viejo Clint, imagino que un apestado de Jolibús porque allí son todos millonarios y cienciólogos y, sobre todo, progres (los demócratas de allá son los primos estadounidenses de los progres europeos, hoy mucho más gracias a Obama). El viejo Clint ha sacado la Magnum 357 (o el AK-47, «el arma preferida de vuestro enemigo»), la ha apuntado a la silla vacía del Obamesías y le ha pegado unos buenos tiros (dialécticos, se entiende).
Mi listening comprehension es muy mala, pero he encontrado el texto y a él me ceñiré. Clint tiene los tics de alguien que no se dedica a la política de forma profesional (aunque en tiempos fue alcalde de Carmel, CA, la ciudad en la que residía, por los republicanos). Sin embargo, dice algo que por conocido no es ni mucho menos reconocido por los ciudadanos, porque toda la propaganda y las historias que se cuentan sotto voce van en sentido contrario:
I would just like to say something, ladies and gentlemen. Something that I think is very important. It is that, you, we — we own this country.
We — we own it. It is not you owning it, and not politicians owning it. Politicians are employees of ours.
And — so — they are just going to come around and beg for votes every few years. It is the same old deal. But I just think it is important that you realize, that you’re the best in the world. Whether you are a Democrat or Republican or whether you’re libertarian or whatever, you are the best. And we should not ever forget that. And when somebody does not do the job, we got to let them go.
Este fragmento, naturalmente, es el discurso de un facha. Alguien orgulloso de su país, que no olvida que los políticos son nuestros empleados (cuando en España prácticamente se comportan al revés). Que no olvida que el país nos pertenece. No es de las multinacionales; no es de los caciquillos de pelaje mayor o menor que por cuenta de los partidos nos hacen la vida entretenida y además se llevan su comisión. Pero no se queda ahí y dice más. Dice que no importa si eres republicano o demócrata o lo que sea: tú eres lo mejor. Y que cuando alguien no hace su trabajo, hay que echarle.
Ahora se oye mucho: hay que echar a Rajoy porque no hace su trabajo. Son los de siempre, es decir: los que no protestaban cuando era ZP el que nos estaba llevando a la ruina, los comprados, los estómagos agradecidos. Esa zeja que hacía de claque del peor presidente de la democracia, digno de ocupar sillón al lado del Rey Felón. Y francamente, ni uno ni otro hicieron o están haciendo su trabajo. Así que habría que echarlos a ambos y mandar a tomar por saco el bipartidismo.
Lo mejor de todo ha sido la reacción del Obamesías al discurso (bastante educado, por lo demás) de Clint: ha twitteado una foto del sillón presidencial con el pie: «Este sillón ya está ocupado». Tal vez debiera decir temporalmente ocupado; pero eso, según creo, se verá en noviembre. Mientras tanto, me hubiera gustado que Clint, en vez de ser tan educado, hubiera empleado este otro tono (que tampoco veremos, obviamente, por las Batuecas)…
Pues eso: gracias por alegrarnos el día, Clint.
Un alarde de ingenio en una campaña sosa y aburrida, quizá porque el actor dice lo que piensa, sin tapujos. Se comenta que a raíz del discurso, demócratas y republicanos están a la par, en fin..ya veremos.
Es de suponer que Obama, como buen progre, no rebata nada sino que se limite a copiar el estilo del actor al que Obama no llega ni a la suela del zapato. Luego serán los useños los que decidan si renunciarán definitivamente a su democracia para convertirse en los títeres de la izquierda de toda la vida…
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Ya dice el dicho que no hay que dejar la política en manos de los políticos (en nuestro caso y muy especialmente, en los políticos «profesionales». Allí, por lo menos, los useños tienen la libertad de elegir, salvo respecto de las normas de tenencia de armas (la NRA controla los dos partidos en esta materia). Aquí… buffffff…
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¿Dónde hay que votar por Clint para Presidente de los Estados Unidos? O mejor aún, ¿cuándo lo secuestramos y lo alzamos Presidente de España?
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Jajajaja chico, ya quisiéramos que aquí hubiera alguien con la mitad de cojones que el viejo Clint para decirles a hunos y a hotros es que están para servir y no para ser servidos.
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