Res.cat


Bueno, pues ya está. Ha ocurrido lo que no tenía que haber ocurrido, como tantos otros acontecimientos del retonno nacionalista al Pati dels Tarongers. Nunca hablaron, ni mucho ni poco, del agujero que el monstre de tres caps (el Tripartit) dejó en las arcas catalanas, ni de lo mucho que eso iba a condicionar la política catalana de los próximos cuatro años. La pela és la pela, pero por encima de todo, l’oasi és l’oasi: los viejos compañeros nunca mueren, y los que quieren salirse del corro lo hacen con los pies por delante.

Estás que lo flipas, tío.

Así que el Príncep Encisador ha heredado el desbarajuste proletario-identitario del Tripartit, ha dicho muts i a la gàbia… y ha mantenido el nivel de gasto. ¿Gasto en qué? No precisamente en mejorar las condiciones de vida del poble. Se cierran hospitales, se dejan de prestar servicios públicos. No es una mejora, sino un retroceso. Ha vuelto CiU a la Generalitat, pero seguimos en las mismas. Se gasta en política identitaria: en ambaixadetes de nula utilidad práctica para el poble-ramat, pero que nos cuestan muy caras. Se gasta en construcció nacional, no siendo el menor gasto el destinado a los medios de comunicación directamente dependientes de la Generalitat, por aquello de que «son un instrumento imprescindible para la construcción nacional». En cambio, se quema el bosque y resulta que no hay medios suficientes como para que no se convierta en una catástrofe.

Cada vez más (valga la redundancia) se parece Artur Mas a Charlot en El gran dictador: flota intentando abrazar el globo terráqueo con el combustible de sus delirios identitarios. Como consecuencia de ello, no quedan en la caja ni las telarañas y ante la opción de caixa o faixa, el divorcio es total: mientras el poble escoge faixa porque no tiene otro remedio, los nens de casa bona han escogido caixa. Eso sí, con la cabeza alta y sin concesiones. Sin concesiones a la humildad, se entiende. Para justificar la petición de rescate, tal como nos temíamos algunos, resulta que no se trata de una petición. Había que rentabilizar el Madrit ens roba, ¿no? Pues aquí está: el rescat no es una transferencia de dinero del Estado a Cataluña, sino una devolución de lo que Madrit ha expoliado a Catalunya. ¡Faltaría más (valga nuevamente la redundancia)!

Pero lo mejor no es eso. Lo mejor es que mientras aquí daban la matraca con que se trataba de «una devolución» y con que «la Generalitat nunca iba a pedir rescate», el conseller Mas-Colell se confesaba en la BBC de los Londones y en inglés, pensando que aquí no le iban a captar porque la plebe ha sido educada únicamente en català. Total, que con más orgullo que Don Rodrigo en la horca, el gobierno Mas está dispuesto a bajar la cerviz y solicitar el rescate al «Estado español ladrón, opresor y torturador». Y además, «con sus condiciones». Menos mal que Bruselas, que no tiene tantos miramientos como Mariano Fuma-puros, les ha dicho que no están en situación de imponer condiciones sino al contrario, de soportarlas. Y eso, por mucha cara que ponga Artur Mas, el titella del clan Pujol, de Uncle Sam.

I want you as a new recruit!
«O pacte fiscal o…»

Además, no te creas que es tonto el nen: pide –exige– 5.023 millones de leuros. No es de extrañar que su homólogo valenciano eleve su propio precio a 4.500 millones. Si más arriba del Ebro lo pueden hacer, mosatros també. Y por si fuera poco, Mario Conde ya ha levantado la liebre de que si gana las elecciones gallegas (para él ya sería un triunfo ser bisagra, como lo es el haber provocado el adelanto de elecciones) reclamará a Madrit la hasta ahora desconocida deuda histórica galega, que no creo que se trate de que les «devolvamos a Franco», pero que está por cuantificar. Y así el pifostio nacional se recargola todavía más, y los que intentan poner algo de paz o sensatez son mandados a callar o a esa parte que ustedes saben por «españoles», «fascistas» (palabra ya desgastada por el abuso) y demás apóstrofes en boga.

La cuestión ahora es: ¿seguirá Mariano fumándose sus puros? Lo que me temo es que si Mas llega al nivel histérico, Mariano le concederá lo que pida, en vez de meterle por salva sea la parte el puro que se esté fumando en el momento. Es lo que tiene el consenso: que funciona sólo cuando los nacionalismos pueden chantajear al Gobierno central. Cuando éste no se deja, vuelve a salir de paseo el espantajo del «fascismo» y de la «represión» y del «Catalonia is not Spain». ¿Harás algo, Mariano, o te seguirás revolcando en la inanidad de tu política autonómica, en perjuicio del conjunto de los españoles?

Creo que la respuesta está en el título: res. El res-cat no servirá para nada más que para lo que Mas y sus mariachis quieran, si únicamente se les da el dinero. Que seguirán enterrando en esa entelequia denominada Països Catalans (no te descuides, Fabra, que la ACPV no descansa y te la acabará clavando por detrás).

2 comentarios en “Res.cat

  1. Eso me temo yo, tanto criticar a Compromis y resulta que son los primos frikis de los Fabras y Alartes de turno.

    Aunque este reyezuelo más pinta tiene de maruja o de dependientre del Corte Inglés -made in Eleanora- que de aguerrido conquistador.

    Muy bueno lo de Chaplin jeje!!!!

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  2. Pero si te fijas, intenta imitar la cara del Tío Sam, algo así como «imprimiendo confianza» y el tío es más falso que un duro sevillano. Tarde o temprano habrá que hacer limpieza.

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Gotas que me vais dejando...

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