El otro hecho que es lógico es el desplome de Podemos. El «efecto Pablo» hace rato que ya ha pasado. Se dijo, con toda razón, que si a Podemos se le quitaba el toque mediático, le pasaría como a un bistec de cerdo engordado con clembuterol: soltaría mucha agua y se quedaría en la mitad. Y así ha sido: de los 71 escaños que tenía, UnidAs PodemAs se ha quedado en 42, perdiendo así la mitad de sus apoyos. En parte, también, porque el «voto del cabreo» en la izquierda no vende y porque Pablo Iglesias, de coletudo líder revolucionario ha pasado a ser Barón de Villatinaja, «con aprovechamiento, ¿eh?», que diría el gran Pazos (de una tacada ha hecho dos dianas y ya va por la tercera).
Será una coincidencia o no, pero después de cómo está su «valedor» Maduro, en paradero desconocido y habiendo dejado a buen recaudo nada menos que dos toneladas de oro (nada que no hayamos visto antes: aquí, con el famoso «oro de Moscú»), es evidente que los tiempos que corren ya no son los que corrían. Me apuesto lo que ustedes quieran a que cuando se produzca el relevo efectivo en el gobierno venezolano ninguno de los que «estaban a muerte con Maduro» habrá sido comunista. En fin. Sic transit. La próxima vez que Alberto Garzón quiera posar con un chándal de la DDR se lo pensará mejor. O no.
Que C’s haya casi doblado su representación (de 32 a 57 escaños) lo debe a su indefinición ideológica, cogiendo un poco de esto y otro poco de aquello, que le ha permitido rebañar votantes de ambos lados del sistema. Aparte de los convencidos, a Rivera le habrán votado quienes, al mismo tiempo que dicen estar por la unidad de España, se tragan con toda la guarnición las conquistas sociales progres, entre ellas toda la parafernalia del género, su decidida no-oposición al aborto y a la eutanasia, concebidos como «derechos» (en la próxima reunión del Bilderberg podrá venderlo para tener su apoyo como en su momento hizo Soraya). De momento han evitado que el poder les coloque frente a sus contradicciones ideológicas. Pero todo se andará. Con el tiempo tendrán también el problema de que C’s en Cataluña se les convierta en un PSC bis… («jo vull ser federal asimètric») y con ello reproducirán el problema que ahora mismo tiene la pesoe. Como hemos dicho, todo se andará.
Lo de VOX, como dirían en Galicia, é cousa de meigas. Si extrapolamos los resultados de las andaluzas al ámbito nacional, VOX hubiera debido obtener 38 o 39 escaños. Sin embargo, se ha quedado en 24. A mi modesto entender, han jugado en contra dos factores: el sombreado mediático y las constantes alusiones al «que viene la ultraderecha» de los medios generalistas progres (es decir, todos: gracias, Soraya y Mariano, que se los regalasteis). Ya dijimos en una entrada anterior que ha sido una cacicada de la JEC, que en 2019 ha prohibido lo que permitió en 2016.
La pregunta es: supuesto que Abascal pudiera haber participado en los debates, ¿a quién no le interesaba que estuviera presente? En mi opinión, a sus socios en el Gobierno andaluz, PP y C’s. Abascal también es joven y guapo y con desparpajo sin papeles, como los otros dos. Pero a diferencia de los otros dos, no tiene un bagaje progre que ensombrezca su ideario –por ahora–. Hubiera dado vida a unos debates que, al decir de quienes los han visto, fuera por obligación profesional o por masoquismo, unos pestiños. Y Abascal sí hubiera hablado de Andalucía. Está clarísimo que los otros dos no lo han hecho por no mencionarle y para no incluirlo en el debate sin estar presente, porque el demiurgo progre ha decretado que Abascal es el coco, l’home dels nassos, el nom del porc.
De cualquier modo, al menos el objetivo de entrar en el Congreso está conseguido. No deberían hacerse mucha mala sangre. C’s entró en el Parlament catalán con 3 diputados y en la actualidad Inés Arrimadas ha oficiado hasta el lunes pasado como jefa de la oposición al ser la lista más votada y no gobernante gracias a que la LOREG permite los pactos postelectorales.
Y otro recadito para Casado: si C’s primero y VOX después han aparecido en el horizonte ha sido porque el PP no hizo sus deberes en Cataluña (C’s) y resto de España después (VOX) dejando huérfanos y desamparados a muchos votantes por conveniencias de partido. Antes de echar en cara a Abascal que «vivió a cuerpo de rey dentro del PP», que recuerde que él no tiene ni pajolera idea de lo que es crecer con escolta policial permanente por miedo que a ti o a tu padre os hagan saltar por los aires u os peguen un tiro.