Malo. No solamente no tiene marcapasos, sino que igual se queda sin marcas debido a los malos pasos en que, según parece, ha andado en estos últimos tiempos. Nos referimos, por supuesto, a Marta Domínguez, una de nuestras atletas más emblemáticas del deporte español, a quien parece ser que han pillado de marrón.
Parece ser también que lo de andar pasando costo deportivo no lo hacía ella solita, sino en compañía de otros, como se decía antes. Qué sorpresa: entre esos otros está el todavía doctor Eufemiano Fuentes, quien ya había estado en el disparadero por otro presunto caso de dopaje, que en aquella ocasión afectó al ciclismo y en concreto a Alberto Contador, el digno sucesor del águila de Toledo, de Luis Ocaña y de Miguel Induráin.
No disponemos de mucha información, pero sí hay un detalle común a otras situaciones: todo el mundo lo sabía, pero nadie se atrevía a denunciar. Muchos, al parecer, conocían las guarreridas españolas que ese grupito perpetraba A pesar de estar en «democracia», ¿nos hemos vuelto miedosos? ¿Es necesario que alguien dé un primer paso al frente para que los demás se pongan detrás? ¿Tanto tenía que perder quien denunciase? En fin.
No obstante, este árbol no debe hacernos perder la vista de conjunto. Son noticias desagradables, sí; pero enmarcadas dentro de la estrategia de distracción del gobierno, que nos quiere tener entretenidos hasta febrero, que es cuando quitarán los 426 euros a muchas familias. Rubalcaba quiere que lleguemos a febrero (o hasta el momento en que efectivamente se retire ese subsidio) exhaustos de tanto protestar por otras minucias. Sí, ya sé que algunos de ustedes se vieron atrapados en el caos de los controladores (pobrecillos ellos, manipulados por un gobierno que ha conseguido marcarlos como chivos expiatorios) y que les disgusta que otros consideremos «minucias» esos hechos. Pero en el plan vaselina del gobierno Rubalcaba, dejar a medio millón de personas en tierra es un hito más en el camino, una «pequeñez». Y, por supuesto, «algo necesario».
Ahora el chivo expiatorio es el atletismo español. Por eso, desde las televisiones amigas y dependientes se ha intentado agrandar el problema, que sea piedra de escándalo. Para esas televisiones era ¿fundamental? convertir a Marta Domínguez poco menos que en una peligrosa narcomafiosa internacional. El caso es conseguir que los españolitos soltemos gas y cuando nos quiten ese subsidio ya se nos haya acabado la necesaria ira ante tanta injusticia.
Dentro de una semana, seguramente, lo será otro colectivo (déjenme apostar: ¿el gremio hostelero? ¿La Iglesia, otra vez?) para que los españolitos nos llevemos las manos a la cabeza y redirijamos nuestra ira contra esos chivos expiatorios en vez de contra el gobierno, que es realmente el culpable de fabricarlos (y también de la situación). Sin olvidar que nuestro Ministro de los Deportes, el flamante ZP, está missing.
A la espera de lo que digan los jueces me consolaré con esta canción de mis mocedades, de cuando ellos eran jóvenes y un servidor de ustedes también…
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