Primero reivindicaron que los colegios tuvieran menú halal; y yo no dije nada porque no tenía un hijo en un colegio, ni tampoco era profesor.
Luego reivindicaron practicar ablaciones y lapidaciones y colgar homosexuales; y yo no dije nada porque no era mujer, ni gay, ni lo tenía que sufrir.
Luego reivindicaron tener lugares del culto en Occidente, no permitiendo cultos cristianos en sus países; y yo no dije nada porque no era creyente, y no me afectaba su religión.
Luego comenzaron a matar en sus países a cristianos, encarcelarlos, quemarlos, violar a las mujeres; y yo no dije nada porque no era cristiano, y no me afectaba su persecución.
Luego empezaron a exigir que nada llevara nombres que insultasen su religión, su Dios o su Profeta; y consiguieron implantar la Sharía y un nuevo califato en Al-Andalus, y me tuve que exiliar.
(tomado de Minuto Digital)