Primero, no rendirse antes de pelear
Segundo, no estar a la defensiva
Tercero, hay que sacar de quicio al enemigo («Si el progre con el que está usted hablando no se queda sin habla, espumeante e impotente de rabia, es que usted lo está haciendo mal. La gente no se pone furiosa cuando se le miente, se pone furiosa cuando se le dice la verdad»)
Cuarto, no disculparse jamás, «al menos no por lo que los progres quieren que usted se disculpe».
Quinto, no elogiar nunca a un progre.
Sexto, no mostrarse nunca generoso con un progre.
Séptimo, no halagar nunca a un progre.
Octavo, no dejarse nunca comprar por la izquierda.
Noveno, prepararse para que los secretos mejor guardados de la propia vida privada sean aireados por la izquierda.
Décimo, estar siempre dispuesto a apreciar a los progres en trance de reconversión.
(Ann Coulter, via Anghara)