Pelillos a la mar


Nueva receta donostiarra: pavo al Currin. Como somos giputxis los hacemos de 5 en 5, ¡joder, pues!


Ayer asistimos entre atónitos y resignados al aquelarre-esperpento (lo que hubiera disfrutado Dº Ramón María del Valle-Inclán con la mise en scène) de San Sebastián. Se han usado más eufemismos en la misma que pomada en un cuerpo con quemaduras de primer grado. Que si «conferencia de paz», que si «conflicto vasco-español»… En fin, la delicia de cualquier estilista de la lengua.

Por tomar los dos citados, resulta que para hablar de «paz» ha tenido que haber guerra. Deberían haberse enfrentado dos ejércitos y haber resultado uno vencedor. Pero nada de esto es lo que ocurre. Unos nacionalistas exacerbados cometen delitos contra la vida y la integridad física de determinadas personas, sus bienes o sus familias. O los amenazan y coaccionan, que también es delito. Por ello, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (que no el Ejército) y en especial la Guardia Civil, han luchado contra ellos pagando además un alto tributo en sangre, porque su función es luchar contra el crimen y entregar la vida si es preciso.

Debería caérseles la cara de vergüenza a esos señores por asistir a esa pantomima organizada por Mr. Currin, ese pacifista profesional a sueldo de ETA. No puedo entender que participen y que no les hayan explicado de verdad de qué va esto. O Currin les habrá dicho que asistan, que pongan cada de pescado hervido y no se preocupen que van a cobrar por ello.

Y bien, permítanme un esabruto, que diría Pepiño: ¿me puede explicar alguien qué coño hace el PSE participando en esa pantomima? No es que sorprenda y por tanto la Gaceta yerra calificándolo de «traición». «Traición» fue la primera vez que el PSE se sentó a compartir el bacalao al pil-pil y el txakolí con Otegui y compañía. Hoy ya no es una sorpresa, elemento fundamental de la traición. Es nuevamente una burla, un abandono, un desprecio a las víctimas. Peor me lo ponen si añadimos que Rubalcaba «dice» ahora que no dio permiso para que el PSE estuviese en esa conferencia. ¿Fue ZP quien se lo dio, entonces, dado que todavía es formalmente el presidente y quien obtuvo la «autorización» nunca revocada del Congreso para «negociar»? Y otra pregunta: ¿El PSOE, arrimándose a lo más radical de la fauna política patria para pescar votos (o voluntarios para revolver las calles)?

Sin embargo, el trasfondo ya lo conocemos. Suena muy parecido a la historia que se cuenta en El Padrino III. Don Corleone, ya viejo e influido por el alejamiento de su exesposa Kay, pretende ir transformando en «honorables» sus negocios. Algo parecido quiere hacer la ETA, pero sin pasar por caja, sin que aquellos que mataron, extorsionaron o amenazaron no paguen sus delitos. Quiere que no se le tengan en cuenta los años de plomo que hizo pasar a sus víctimas, tanto reales como potenciales. Quiere que nos olvidemos de las cartas de extorsión a los empresarios. Quiere que olvidemos que, con la connivencia del PNV, 200.000 personas tuvieron que abandonar su tierra. Quiere que sus pistoleros a sueldo sean considerados «personas respetables», todos muy demócratas, eso sí. Porque dicen: «Gracias a ZP ya no matamos. Ahora entramos directamente y a saco en el dinero de todos los españoles». Y los hotros lo venden como «¿Veis? ETA ya no mata. El fin de ETA está cerca» (ni que fuera la segunda venida de Jesucristo, oigan).

Por eso quiero terminar este post invitando a todas las personas de buena voluntad que lo lean a concurrir a la manifestación del día 29 de octubre de 2011, en la plaza de la República Dominicana de la Villa y Corte. Nuestro espíritu está con ellos y contra los que quieren seguir aprovechándose del terrorismo. Ni olvido, ni perdón: JUSTICIA.

Gotas que me vais dejando...

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