Créanme ustedes que uno se cansa. Se cansa de oír a los políticos mentir como bellacos, como canalla fementida, pendientes sólo de arramblar con el poder que tengan si ganaron las elecciones o el que les quede si las perdieron. Se cansa uno de ver que cuando se les reclama el cumplimiento de las promesas electorales (que, por definición, son objetivos a no cumplir), le salen a uno por peteneras y le dicen que “es una cuestión de protocolo” (las famosas medallitas) o con la gilipollez del kamarada Bermejinski, es decir, que entrarían en la cuestión «cuando la jugada lo aconseje».
Y por desgracia da lo mismo quién sea el inquilino de la Moncloa. Después de meses de machacar hasta el aburrimiento que «lo importante es echar a ZP», resulta que vamos de decepción en decepción. La última es a cuenta de la política antiterrorista del Gobierno: ¿cómo es posible que el Gobierno se desentienda de las víctimas mientras trata entre algodones a los etarras, que no son otra cosa que asesinos bendecidos por el nacionalismo recogenueces? No se entiende cómo Fernández Díaz, el senyor ministre, siga la hoja de ruta trazada por el desgobierno anterior.
Los votantes del PP no entienden cómo, teniendo mayoría absoluta el partido en el Gobierno, tiene que aguantar el chantaje nacionalista de «y si no (nos das más dinero), nos enfadamos». Y es siempre el mismo discurso cansino y repetitivo: «Estado español opresor y torturador» (o la versión barretina del «Espanya ens roba»). Los votantes del PP están hartos de que Mariano tarde tanto en reaccionar ante las mentiras continuas de los socialistas: dejaron déficit oculto, y Mariano casi ni levantó la voz. TVE sigue siendo socialista, pero Mariano todavía no ha hecho la limpieza correspondiente. Isabel San Sebastián recuerda el tongo de la famosa «televisión plural socialista» y que nada más llegar ZP al poder se hizo una purga política que limpió de profesionales la televisión pública para colocar a los paniaguados de ZP, así como otras mentiras.
De verdad, Mariano. El país está cansado de tanta mentira y tanto donde dije digo, digo Diego. El país está cansado de que le traten como un niño de teta que no debe enterarse de la verdad bajo ningún concepto. El país está cansado de sospechar que tras esa falta de reacción, tras ese silencio, hay gato encerrado. Es decir, pacto de consenso entre los rivales, que sólo lo son de puertas afuera y cuando nadie les ve, se hinchan a comer juntos en los mejores restaurantes del país, gracias a sus humeantes Visas Oro. A veces uno se para a pensar, y le viene a la mente esto:
Doce voces gritaban enfurecidas, y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.
George Orwell, Rebelión en la granja
He dicho… Me sumo a tu cansancio. Dan asco…
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Tienes razón, acabas hasta las narices de que te traten como a un subnormal y sigan intentando colarnos que esto es una Democracia. Si no hay truco ni trato Rajoy debe actuar con contundencia y sobre todo, lo del tema de ETA es sangrante, les basta con no mandar a los presos a Nanclares y van y sueltan que fue el PSOE quién les dió a los vascos las competencias en Asuntos Penitenciarios, ya….
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Muy bueno. Sobretodo lo del cerdo…
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Es que el corolario de Orwell es genial. Y por desgracia, sigue siendo verdad ahora.
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