Ésa es la conclusión a la que llego después de hablar con mucha gente acerca de los últimos acontecimientos. La gente está muy harta y «sólo quiere salir adelante». No quiere oír nada de «política», y «quiere centrarse en su lucha diaria». Verdaderamente, los nacionalistas lo han conseguido: han sido tan «coñazo» que los que viven fuera de sus dominios han dicho «basta» y, aunque no esperan que Mariano arregle el problema (probablemente porque no son ésas sus órdenes), ya están hasta el gorro del temita.
No obstante, mi opinión es discrepante con ese sentir cada vez más general. Apuntándome a las sabias palabras de Aldous Huxley, yo tampoco creo que un problema desaparezca sólo porque se deje de pensar en él. Sigue ahí, sólo que «hemos decidido que no nos moleste». Lo que están diciendo es «vale, hay que enfrentarlo, pero no me pidas que lo haga yo, que ya tengo bastante complicada mi vida».
En fin. Para no aburrirles más con esta clase de argumentación circular y no convertirme yo mismo en un «coñazo» para ustedes, seré breve y les propondré una encuesta. El diario ABC, en su edición de hoy, trae un artículo del señor Martín Ferrand (que me gusta salvo cuando habla de los funcionarios), en el que se menciona una clasificación de españoles que se le ocurrió a don Pío Baroja en la tertulia del café Levante (sí, hubo un tiempo en el que los cafés no eran lugares de reunión para ver el partido de fúrbo correspondiente entre cerveza y cerveza). Don Pío sostenía que existen siete categorías de españoles:
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Los que no saben.
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Los que no quieren saber.
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Los que odian el saber.
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Los que sufren por no saber.
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Los que aparentan que saben.
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Los que triunfan sin saber.
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Los que viven gracias a que los demás no saben.
Don Miguel de Unamuno y don Benito Pérez Galdós, presentes en aquel momento y lugar, apostillaron de inmediato que los de la séptima por fuerza e invariablemente habían de ser políticos. Y efectivamente, la clasificación se puede trasladar sin merma a los tiempos modernos. La encuesta va en el siguiente sentido: ¿en qué categoría se colocarían ustedes? Sólo por curiosidad. Modestamente, yo me incluiría entre los de la cuarta, para que tengan un punto de partida.
Un mundo feliz….
Así es, es posible que crean en la soluccones de conflictos por generación espontanea o, simplemente, que sean egoistas. Yo me apunto a ésto último.
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Completamente de acuerdo, Candela. Y añado que no es posible rehuir eternamente un problema: a la larga, hay que acabar enfrentándose a él. Entiendo que cuando los políticos no se ocupan de hacer su trabajo es un error decir «qué mierda de política y políticos, no quiero saber nada de ellos». Es un error que se acaba pagando caro.
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