Me doy cuenta de que muchos blogs son cuatro líneas y una imagen, mientras que el mío, generalmente, es «sólo texto». La verdad: que no me importa que mi blog no sea lo último en birguerías informáticas, con una aplicación que al mismo tiempo te da las noticias del día, te pone tu música porque se conecta a una carpeta de tu disco duro y se puede jugar a una versión más o menos apañadita del Arkanoid. Me basta con poder escribir sobre lo que me llama la atención. Particularmente sobre política, pues de eso se habla mayormente en este blog: de las motos que la clase política dirigente trata de vendernos pensando que vamos a tragar sin más. Como siempre he dicho, me basta con poder escribir aquí lo que no me publicarían en un diario (de hecho, he intentado hace unos días traspasar la blogosfera, con el mismo resultado inútil de siempre). Como decía Orwell, que ése sí que era verdaderamente de izquierdas, «todos los cerdos son iguales, pero algunos son más iguales que otros».
En fin, pues: éste es el post número 100 y ya veremos qué podremos decir cuando lleguemos al 200…