Cosas que posiblemente no te han contado de la II República



Por su interés reproducimos esta entrada del blog de Elentir «Contando estrelas». Es una colección muy interesante de detalles, que interesadamente olvidan los promotores de la tricolor, trapo sin abolengo en España, por más que hoy unos imberbes programados como ovejas eléctricas (y algunos nostágicos especialmente resentidos) insistan en ondearla, junto con banderas anarquistas e incluso banderas soviéticas. Original aquí.

Hoy es 14 de abril. Tal día como hoy, hace 80 años, se proclamaba la Segunda República, un régimen sobre el que se han difundido numerosas falsedades. A continuación ofrezco algunos datos que posiblemente no te hayan explicado sobre aquel régimen:

Una República instaurada tras una victoria electoral monárquica

Se suele decir que la Segunda República se proclamó tras una victoria electoral republicana. Nada más lejos. En las Elecciones Municipales del 12 de abril de 1931, los republicanos obtuvieron 5.775 concejalías frente a las 22.150 conseguidas por los monárquicos. El número de concejales monárquicos casi cuadruplicaba al de concejales republicanos.

Sin embargo, el voto republicano se concentró en las ciudades, obteniendo la victoria en la mayor parte de las capitales de provincia, lo que sembró la euforia entre los partidarios de la caída de la monarquía y sembró el desánimo en la Corte de Alfonso XIII, que dos días después de los comicios partía hacia Cartagena y de allí hacia el exilio para evitar que un conflicto entre monárquicos y republicanos acabase en un baño de sangre: «quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil», afirmaba el monarca en una carta publicada el 17 de abril por el diario Abc.

Una Constitución aprobada sin referéndum y sin voto femenino

La Constitución de la Segunda República fue aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes, elegidas el 28 de junio de ese año en unas elecciones en las que sólo pudieron votar los hombres (el voto femenino no fue aprobado hasta el 1 de octubre) y que dieron lugar a un parlamento con una insignificante presencia de la derecha. Para colmo de defectos, no se convocó ningún referéndum para aprobar esa Constitución. Las Cortes republicanas negaron al pueblo español su derecho a decidir sobre esa Carta Magna.

Dos diputadas socialistas en contra del voto femenino

En el otoño de 1931 se debatió la aprobación del voto femenino. En aquellas Cortes republicanas sólo había dos mujeres, que irónicamente no pudieron votar en las elecciones: Clara Campoamor, del Partido Radical, y Victoria Kent, del Partido Republicano Radical Socialista. La primera votó a favor del voto femenino, y la segunda en contra. En su discurso, Kent no dudó en basar su rechazo al voto femenino en una «cuestión de oportunidad para la República», llegando a afirmar lo siguiente: «Si las mujeres españolas fueran todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un periodo universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino.» Curiosamente, el mismo argumento se podría haber usado para rechazar el voto masculino…

El caso más esperpéntico de rechazo al voto femenino vino de Margarita Nelken, del PSOE, que resultó elegida diputada por Badajoz en las elecciones parciales celebradas el 4 de octubre de 1931. Nelken no dudó en mostrar su rechazo al voto femenino con estas palabras: «Poner un voto en manos de la mujer es hoy, en España, realizar uno de los mayores anhelos del elemento reaccionario». Hoy en día la web del PSOE presenta a Nelken como una pionera pero no menciona su voto en contra del sufragio femenino. Las mujeres votaron por primera vez en unas Elecciones Generales el 19 de noviembre de 1933, dando la victoria por mayoría a la derecha y evidenciando el motivo sectario por el que buena parte de la izquierda se negó a apoyar este derecho de las mujeres.

Censura de prensa y duras limitaciones a la libertad de expresión

El Artículo 34 de la Constitución de la Segunda República afirmaba: «Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a previa censura.» Sin embargo, la Ley de Defensa de la República de 1931
convirtió en delitos ciertos ejercicios de la libertad de expresión y de información, por ejemplo:

  • «La difusión de noticias que puedan quebrantar el crédito o perturbar la paz o el orden público»
  • «Toda acción o expresión que redunde en menosprecio de las Instituciones u organismos del Estado»
  • «La apología del régimen monárquico o de las personas en que se pretenda vincular su representación, y el uso de emblemas, insignias o distintivos alusivos a uno u otras»

Con ello, se impedía a cualquier ciudadano, asociación o medio de comunicación ejercer la crítica al gobierno o al régimen, lo que proporcionaba a la Segunda República normas represivas propias de una dictadura. En la práctica, esta ley supuso la instauración de una férrea censura previa, que llenó los periódicos de diverso signo de espacios en blanco bajo el título de «visado por la censura».

Censura en el cine a escenas «lujuriosas» de abejas y flores

Durante la Segunda República también se censuraban las películas. La censura suprimía escenas de desnudos, aquellas que tuviesen una cierta carga erótica e incluso cualquier mención a la prostitución o a los homosexuales, como señalan María Antonia Paz Rebollo y Julio Montero Díaz en «Las películas censuradas durante la Segunda República. Valores y temores de la sociedad republicana española (1931-1936)». En dicho trabajo se recogen, además, casos de censura en «una escena que recogía la cópula de las abejas», o «una escena de una yegua y un caballo y otra en la que se fecundan las flores», pues «se consideró que presentaban una tendencia lujuriosa».

Censura política e ideológica en las obras de teatro

Durante la Segunda República también existía censura previa en las obras de teatro, incluso en las infantiles. Como señaló Manuel L. Abellán: «Autores, empresarios o representantes de las compañías teatrales elevaban una instancia con anterioridad al estreno de la obra.» En su trabajo se indica como diversas obras fueron censuradas por motivos políticos e ideológicos, e incluso suprimiendo críticas al gobierno.

La Ley de Vagos y Maleantes, un invento de la Segunda República

Hay mucha gente que piensa que la tristemente famosa Ley de Vagos y Maleantes fue un invento del franquismo, pero la realidad es que fue promulgada el 4 de agosto de 1933, durante la Segunda República, y fue un proyecto del gobierno izquierdista de Manuel Azaña. La versión original de la ley declaraba «en estado peligroso» a diversos individuos entre los que contaban los «vagos habituales», los «ebrios», «los que ocultaren su verdadero nombre» o incluso los que no justificasen la posesión del dinero que se hallase en su poder. Los castigos iban desde multas al internamiento, pasando por la pérdida del dinero y demás posesiones.

Un escudo monárquico para una bandera que no usó la Primera República

A diferencia de lo que muchos piensan, la bandera tricolor de la Segunda República no fue utilizada durante la Primera República (1873-1874), régimen que usó la bandera bicolor que había establecido Carlos III como bandera nacional en 1785. La Segunda República cambió el diseño de la bandera, pero irónicamente mantuvo el escudo con los cuarteles que representan a los reinos de Castilla, León, Navarra, Aragón y Granada, cuya unión ha simbolizado siempre el Reino de España. La Segunda República también mantuvo las Columnas de Hércules con la cinta luciendo el lema «Plus Ultra», incorporado por Carlos V para simbolizar su Imperio. Simplemente, se suprimió el escusón con las flores de lis que representaban a la dinastía borbónica, y se sustituyó la corona real por una corona mural, elección muy inadecuada pues dicha corona se usaba tradicionalmente en diversos países -mayoritariamente monarquías- para timbrar los escudos de los municipios, y no de una nación.

Una Constitución que lesionaba la libertad religiosa

La Constitución de la Segunda República, en su Artículo 26, establecía la disolución de las órdenes religiosas que estableciesen un voto de «especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado». Se proscribía así a las órdenes que hacían voto de obediencia al Papa. A comienzos de 1932, esa norma dictatorial se utilizó para disolver la Compañía de Jesús, nacionalizar sus bienes e iniciar una auténtica persecución contra sus miembros.

La Constitución de 1931 establecía, además, la disolución de todas las órdenes religiosas que«constituyan un peligro para la seguridad del Estado». Con una afirmación así se abría la puerta a que cualquier gobierno se cargase toda orden que no complaciese los caprichos del poder. Además, dicha Constitución prohibió a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza, una labor a la que los religiosos había dedicado enormes esfuerzos y que había permitido educarse a numerosas personas de las clases más humildes. Se trataba de un atropello en toda regla que violaba el derecho a la libertad de educación. Pero las medidas anticatólicas de esa Constitución no acababan ahí.

El Artículo 27 proscribió los cementerios religiosos, ya fueran católicos, judíos, protestantes, etc. Dicho Artículo también establecía lo siguiente: «Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno.» Se sometía así a la voluntad del poder el ejercicio de la libertad religiosa, suprimiéndola de facto.

Una República sin libertad de educación

El Artículo 48 de la Constitución de la Segunda República afirmaba: «La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.»Como ya he señalado, se prohibía a las órdenes religiosas dedicarse a la educación. Al declarar la enseñanza laica se excluía a la religión del sistema educativo, algo que hoy en día violaría el Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El citado Artículo 48 de la Constitución de 1931 se limitaba a afirmar: «Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos.» Es decir, que la República reconocía a la Iglesia el derecho a enseñar su religión en sus parroquias, conventos o monasterios… pero incluso así esa enseñanza estaría sometida al control del Estado.

Significativamente, y en línea con las tesis de las logias masónicas -un poderoso y socialmente muy minoritario grupo de presión, pero al que pertenecían nada menos que 151 de los 470 diputados de las Cortes Constituyentes-, ese Artículo 48 reconocía la «libertad de cátedra» -es decir, que los profesores podían imponer sus opiniones y tesis ideológicas a sus alumnos- pero omitía toda mención al derecho de los padres a decidir la educación que deseaban para sus hijos, derecho históricamente denostado por la izquierda pero que hoy recoge el Artículo 26 de laDeclaración Universal de los Derechos Humanos.

Cuando la derecha ganó las elecciones y no la dejaron gobernar

La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil-Robles, gana las Elecciones Generales del 19 de noviembre de 1933 -las primeras elecciones de la historia de España en las que votan las mujeres-, obteniendo 115 diputados. La segunda formación más votada, el Partido Radical, obtiene 102, y la tercera, el PSOE, se queda con 59. A pesar de los resultados, la izquierda amenaza con una insurrección si la CEDA forma gobierno. La izquierda más extremista ni siquiera espera a que ocurra tal cosa: los anarquistas de la CNT inician el 8 de diciembre de 1933 un levantamiento golpista disfrazado de huelga general, que se salda con 89 muertos y 163 heridos, atentados con explosivos, destrucción de archivos, quema de iglesias y atentados contra vías férreas, puentes, líneas telegráficas y telefónicas. El acto más grave de esa intentona golpista es el descarrilamiento del tren rápido Barcelona-Sevilla en Punzol (Valencia), un atentado terrorista que mata a 23 pasajeros y deja 38 heridos.

El 18 de diciembre el Presidente de la República, Alcalá Zamora, ignora los resultados electorales y encomienda la formación de un nuevo gobierno a Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical, el segundo más votado. La CEDA se pliega a las amenazas de la izquierda y decide apoyar el gobierno de Lerroux. Sin embargo, en el otoño de 1934 la CEDA exige a Lerroux que le permita participar en el gobierno. Alcalá Zamora lo acepta y el 4 de octubre entran tres ministros de la CEDA en el ejecutivo de Lerroux. Al día siguiente, el PSOE pone en marcha una nueva intentona golpista bajo el disfraz de una huelga general. En Madrid miembros armados del sindicato del PSOE, la UGT, intentan asaltar -sin éxito- los edificios de la Presidencia del Gobierno y del Ministerio de la Gobernación. En diversas zonas de España la intentona golpista se traduce en una semana de violencia, lo que obliga al gobierno a hacer intervenir al Ejército. El golpe se salda con más de un millar de muertos, entre ellos 35 sacerdotes asesinados por los golpistas. Se trata del levantamiento armado más grave sufrido por la Segunda República antes del 17 de julio de 1936.

La actitud golpista del PSOE durante la Segunda República

La sangrienta experiencia revolucionaria de octubre de 1934 no es un caso aislado en la actitud del PSOE hacia la Segunda República. Basta con repasar los incendiarios discursos de Francisco Largo Caballero, secretario general de la UGT hasta 1938 y presidente del PSOE entre 1932 y 1935. Ya el 23 de noviembre de 1931, cuando ocupaba el cargo de Ministro de Economía y ante la posibilidad de que se disolviese el gobierno por falta de apoyos parlamentarios, Largo Caballero advirtió: «No puedo aceptar la posibilidad, que sería un reto al partido, y que nos obligaría a ir a una guerra civil«. En febrero de 1933 vuelve a repetir su amenaza: «Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución… tendremos que conquistarlo de otra manera». En agosto evidencia en otro acto del PSOE lo que opina de la República: «Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista«.

En plena campaña para las Elecciones del 19 de noviembre de 1933, Largo Caballero vuelve a mostrar su peculiar talante: «El jefe de Acción Popular decía en un discurso a los católicos que los socialistas admitimos la democracia cuando nos conviene, pero cuando no nos conviene tomamos por el camino más corto. Pues bien, yo tengo que decir con franqueza que es verdad. Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista del Poder«. El 5 de octubre de 1934, como acabamos de ver, cumplió con creces su amenaza, cuatro días después de afirmar en un mitin en Madrid lo siguiente: «Nuestro partido, es ideológicamente, tácticamente, un partido revolucionario… cree que debe desaparecer este régimen«.

Tras esa intentona golpista, Largo Caballero es detenido. El 1 de diciembre de 1935 es puesto en libertad. De cara a las Elecciones Generales de febrero de 1936, el presidente del PSOE continúa con sus soflamas golpistas. El 19 de enero de 1936 afirma en un mitin en Alicante: «si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada». Al día siguiente, en otro mitin socialista en Linares (Jaén), aclara todavía más su posición respecto de la República: «la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente,por eso hay que ir a la Revolución«. El 10 de febrero, en el Cine Europa de Madrid, declara sin rodeos: «estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia». En ese mismo mitin Largo Caballero deja claro lo que entiende por «nuestra democracia» con estas palabras: «Tenemos que recorrer un periodo de transición hasta el socialismo integral, y ese período es la dictadura del proletariado, hacia la cual vamos.»

40 comentarios en “Cosas que posiblemente no te han contado de la II República

  1. Pingback: Bitacoras.com
    1. Manipular la verdad siempre se le ha dado muy bien a la derecha y sus borregos, desde sus comienzos hasta nuestros días, creo k no engaño a nadie verdad? Me parece vergonzoso ke en este pais ratones estén votando a gatos …..es absurdo

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      1. «Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un gañán: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral.»

        (Ortega y Gasset, Prólogo a La rebelión de las masas)

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  2. No soy partidario de la segunda república (aunque no me importaría tener una república como forma de gobierno en vez de una monarquía parlamentaria) pero creo que aquellos que ponen la bandera republicana en su balcón o en su foto de facebook o whatsapp debería pararse un rato a comprobar si son ciertos los datos que se dan en esta entrada. No siempre conocemos la verdad (muchos nazis tampoco sabían que se estaba exterminando a los judíos) pero creo que, 80 años después, y en un clima de paz, no es difícil instruirse y comprobarlo por uno mismo. La verdad está en los libros de Historia. Al que le interese conocerla, que la busque.

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  3. Amigos, lo de refrendar una constitución por parte del pueblo se puede entender como una redundancia, y no se hace en todos los partidos democráticos. Es como si me dais poderes notariales para que venda vuestras casas: la legitimidad proviene de las elecciones constituyentes, proceso que no se siguió, por cierto, en 1977, cuando se convocó a la gente para votar representantes…. y se autoproclamaron, diputados y senadores, como Cortes constituyentes. En resumen, en España, desde su nacimiento (primero confederal, y estado unitario en 1716 -Decretos de Nueva Planta), se ve que no hay mucha tradición parlamentaria y de procedimiento institucional parlamentario, aunque los primeros parlamentos de tres estados, contínuos, tuvieron lugar en la Corona de Aragón ya en el siglo XIII. Otra cosa que he encontrado ha sido lo del resultado de las elecciones municipales: el autor del artículo (que por otra parte me parece excelente) contabiliza el número de concejales, cuando lo suyo sería ver qué número de votos fue a los partidos monárquicos y qué a los republicanos. Creo que no queda clara ahí su crítica a la Segunda República, que tenía mucho que criticar, sobre todo porque la mayor parte de políticos provenían de la quiebra monárquica anterior. Ante todo, felicidades, me ha dado mucho que pensar este escrito. Un abrazo.

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  4. Lo único que leo son pamplinas, además de las que encuentras en cualquier libro o enciclopedia que hable sobre la Historia de España, es decir, que todos por cultura general deberían de saber y si no lo sabían que busque información y saquen sus propias conclusiones.

    Después el argumento de Victoria Kent queda totalmente fuera de lugar ya que la mujer ha evolucionado tanto en el ámbito social y en el educativo y además sabe pensar por si misma, a no ser que estés a favor de que la mujer ni piense, ni salga de casa y sea una sumisa, entonces está dentro de contexto para tu argumentación, pero gracias a Clara Campoamor, las mujeres podemos votar, y a todos aquellos que lucharon y se manisfestaron para que todos tuviéramos una educación digna e igualitaria, aunque en pleno siglo XXI eso se está perdiendo por culpa de ladrones y usureros que solo quieren crear borregos, así que todas las mujeres o la gran mayoría han superado con creces ese argumento que Victoria Kent soltó en ese momento. Siguiente, seguimos con censura a día de hoy en los medios de comunicación ya que estos nos muestran solo parte de lo que de verdad ocurre en este País y además lo que cuentan lo terjivesan, pero claro lo importante es que salgan tías desnudas y parejas follando como locos.

    Sigo, la España del siglo XXI es laica, aunque no lo parece ya que en los centros públicos, los pocos que quedan abiertos gracias al gobierno que hay, ya que es preferible gastar el dinero en colegios del OPUS y en pagarle la educación a los más pequeños de la familia real y pagarle todo menos la agua a esta gente, a lo que iba en estos centros solo se oferta la religión católica no se ofertan ninguna otra de las religiones que hay establecidas así que tampoco tenemos libertad de elección en lo que queremos inculcarles a nuestros hijos ya que la otra elección que dan los centros educativos es ver videos para tener a los niños entretenidos. También tengo que decir que un pequeño grupo de personas que hagan algo que no es aceptado por moral, ética y sociedad, ya sea la quema de una bandera española, huelga general para quitar a otro partido del gobierno, no quiere decir que todos los republicanos seamos iguales.

    Y ya que os poneis a criticar la 1ª y 2ª República y decir que no funcionaron y no sirven para nada, deciros que antes os informeis bien ya que esta es la segunda monarquía constitucinal que tenemos que al igual que a la de Isabel II tampoco funcionó y para colmo duró un asalto, y para aquellos que me digais que la monarquía que tenemos en la actualidad es mejor por que ha sido más larga, deciros que tampoco ha funcionado por que alguien elegido a dedo y que además ni pincha ni corta en nada del estado español y lo único que hace es chupar del bote, no sirve es un gasto de dinero innecesario.

    Y creo que pararé aquí por que no creo que mentes cuadriculadas, que tengan miedo al cambio, estancadas en el pasado, que se aferran a 4 hechos malos pero no cuentan los cientos de hechos buenos y tampoco se paran a saber bien las cosas que de verdad ocurrieron, y tampoco espero que comprendan todo aquello nuevo que a de venir ya sea con una III República o con Felipe VI.

    Dejad de criticar las cosas a medias o criticais todo o nada no seais hipócritas

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      1. Yo también quisiera «elegir» la supresión de las Autonomías (por carísimas, que no por tema ideológico)… o las subvenciones a partidos y sindicatos… por decir algo… y no me dejan. Mecachis…

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    1. Realmente, a quien tendrías que decir todo esto que me has dicho es al autor del artículo. Que, por si no te has enterado, no es mi menda. Pero -todo sea por ayudar-, ya se lo he trasladado.

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  5. Vaya. Veo que alguno se ha «esforzado» aplicando uno de los principios de la propaganda de Goebbels: «Si no puedes contrarrestar las malas noticias, inventa otras que las distraigan». Y si es con un corta-y-pega, mejor. Y si es de Público y de la Wikipedia, miel sobre hojuelas. Y el «fascista» cuando no se tienen argumentos con base histórica real, que no falte… Nivel LOGSE, sin más. De paso, se nota lo que es «cosecha propia» de lo que no lo es.

    Agradecería de paso que incluyeran solamente la referencia de la página web; no es necesaria la copia entera de la «pieza». Me gusta mantener limpio mi blog. Gracias.

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  6. Me ha gustado mucho el artículo. Aunque decir que me ha gustado el artículo, lo que me gusta es que se usen las redes sociales a modo de información ya sea periodística, histórica, o de cualquier ámbito. Al fin y al cabo, en internet hay un exceso de información mal canalizado por los propios usuarios, y por suerte o por desgracia, este tipo de hechos, la abdicación del rey, hace que cierta parte de la sociedad, espero que sea más de la que me imagino, se interese por la historia y por las noticias sobre lo que ha sido y se hagan una idea de lo que puede ser.

    Dejando a un lado el debate república si, monarquía si que creo es algo secundario en lo que nos atañe.
    Creo que el debate principal debería centrarse en referéndum si o si. Bajo el amparo histórico de España, el rey Juan Carlos podría, con todas las de la ley, haber convertido a este país en una monarquía autoritaria como las de antes de la guillotina, y dado lo caldeado del ambiente, con más justificación si cabe, y el hombre dijo que quería ser rey de los españoles y abolió la dictadura. Eso ocurrió con los hechos históricos de 1975, que eran unos hechos concretos, con una sociedad concreta y un sistema electoral y político concreto. De ahí derivamos a la constitución de 1978, igualmente con un contexto concreto. Visto lo visto y con el paso de los años, yo no vivi la constitución de 1978, pero si me siento preparado como para emitir un juicio de valor, creo que en ciertos puntos hace aguas, y más aún en la regulación política. Por eso creo que siguiendo un legado de «Rey de los españoles» pienso que don Felipe, debería ser rey de los españoles con el respaldo de los españoles, si tras el referéndum sale república, quiero creer que esa república se hará con todo el sentido del mundo y la consciencia de lo ocurrido, tanto en España, como se expone en este artículo, y los hechos de la I República, como los errores que tienen otras repúblicas de otros países. Si sale monarquía, Don Felipe podrá reinar con toda tranquilidad, dado que sabrá que la imagen de la monarquía esta limpia a pesar de lo acontecido en los últimos años del reinado de Juan Carlos. Y así, por su propio bien, reinar en calma tal y como lo había hecho su padre.

    Creo que es un error el miedo al cambio, y sobre todo cuando las cosas andan mal, las cosas hay que cambiarlas, creo que el pueblo español es un pueblo preparado, quizá en lo que me da un poco más de canguelo es que la gente está cansada, cabreada y hambrienta, pero pienso que aún tiene solución, y que un referéndum calmaría los ánimos y no nos sentiríamos que don Felipe es otro títere de las grandes empresas o de los partidos políticos.

    Por parte de los conservadores, esta muy bien este tipo de artículos, pero confiad en el pueblo, confiad en vosotros mismos y tened por seguro que ni se va a repetir lo que se menciona en este artículo de «Errores de la II República» por que no estamos en el mismo contexto histórico, y por que la gente está más preparada, tenemos muchísima más información de lo que hay en otros países que en aquella época, igual que los de izquierdas sabemos que no se van a volver a dar monarquías absolutistas, principalmente por que no lo vamos a permitir, pero seguro que estamos tranquilos en ese sentido, por lo que la gente ha aprendido y las cosas, de hacerse, QUE SE HAGAN BIEN.

    Un saludo, y enhorabuena por hacer pensar.

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    1. Estimado Antonio M. Piña:

      Respetando tu exposición, yo lo veo de forma distinta.

      A) El referéndum sobre la forma política del Estado no se contempla en el art. 99 de la Constitución, que para algunos es «ese papelucho» (non sic). Por tanto, entiendo que no ha lugar que se pida ese referéndum aprovechando que hay relevo en la Jefatura del Estado.(y que el Pisuerga pasa por Valladolid).

      B) El momento histórico oportuno para pedir ese referéndum hubiera sido el período constituyente. Al cambiar de Régimen hubiera sido oportuno plantearlo, aun saltándose la Ley de Sucesión del Estado. Pero se quiso una Transición «pacífica» y «de la ley a la ley». Razón por la cual Carrillo ni siquiera se molestó en pedirla. Y de hecho, tampoco los nacionalistas de entonces, puesto que a ellos lo que les importaba era su propio proceso de secesión de España, entonces en sus primeros pasos.

      C) En tercer lugar, explico en una entrada posterior que una cosa es quitar la Monarquía y otra muy distinta construir un Régimen a partir de ahí. Mucha gente se ha apuntado a lo «fácil», a saber, «destruir», Lo difícil resulta ser «definir lo que se quiere». Quieren «república», sí: ¿pero qué clase de «república»? Porque te diré que si fuera una república al estilo de la de Alemania puede que hasta la aceptara. Pero los que han salido a la calle no piden esa clase de república. Con banderas soviéticas y republicanas con una estrella roja, no necesito mucho más para imaginar lo que quieren. Y desde luego, eso no lo quiero yo.

      D) Cambiar es «bueno», siempre que se sepa a dónde se va. Pero si no lo sabes o intuyes que las cosas van a ir a peor con ese cambio, no cambias. De la misma manera que no se toca lo que funciona bien; o si no funciona, se trata de arreglar y no se tira a la basura. Eso es ser «conservador». Pues al menos eso es lo que me pasa a mí. Sobre todo con esos «republicanos» tan «demócratas» que son capaces de administrar una ración de hostias a un adversario político. Dejà vu años 30. Y no es eso (que diría Ortega), en absoluto.

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      1. Estoy totalmente de acuerdo con usted. Un gran fallo de la juventud republicana es el hecho de querer quitar algo sin pensar en las consecuencias, por eso creo que su artículo, aunque no sea suyo, y muchos más como este, deberían servir para hacer pensar a esa parte de la sociedad que pide referéndum de a dónde queremos ir. No debe ser un salto al vacío, deberían plantearse muchas cosas. Pero ¿porqué una como la de Alemania o Estados Unidos? no digo que sean malas, solo digo que al final el que gobierna se rige por una política de partidos. ¿Porqué España no puede ser pionera en algo?.
        Hoy he leído un artículo de Julio Anguita, y decía exactamente lo mismo que usted, que se debe saber a donde ir.
        http://www.publico.es/politica/524705/anguita-estoy-seguro-de-que-a-juan-carlos-de-borbon-le-han-garantizado-que-seguira-siendo-inimputable
        (Veáse directamente el subtitular del artículo)
        Y creo, dado el caos que se puede generar, y creyendo en el talante de don Felipe, y que siempre tiene que haber alguien que encauce a las masas, que debería ser él, siempre y cuando en su credo esté el de confiar en el pueblo español, el que plantee esa situación. Me lo imagino diciendo algo así como – Vale ¿queréis referéndum?, plantead el modelo que queréis, esbozadlo y lo leeremos juntos, y si el pueblo quiere que me vaya, me iré.
        No hay nada más satisfactorio en este mundo que mandar a la mierda a alguien argumentando el porqué se debe ir a la mierda. Me refiero a don Felipe con los republicanos, o a la república con los monárquicos.
        Creo que callará muchas más bocas, la primera la mía, si las cosas se hicieran así.
        Puede que sea un soñador, puede que crea en las utopías, pero de nada me sirve al final si usted se basa en el «no cambio» en unos hechos acontecidos hace 80 años, igual que de nada me sirve «una aniquilación subversiva de los sistemas instaurados si caemos en un agujero negro» básicamente por que nos expondremos a que cualquier empresario multimillonario nos gobierne a su antojo, o cualquier tipo con buena labia e ideas radicales convenza al pueblo no culto.
        Me da mucha pena cuando se habla de las dos Españas, al final tanto unos como otros se comportan como críos o como abuelos, con el respeto de los abuelos a decirlo ya que ellos lo vivieron, con más o menos desinformación.
        Sé que el hecho de ponerse de acuerdo es algo complicado y que lleva tiempo, pero siempre he querido pensar que el tiempo une, y funciona para hacer bien las cosas, y que las imposiciones desunen.
        Lo que creo sinceramente es que cualquier pretexto es bueno para comenzar a hacer bien las cosas, y si realmente el rey ha abdicado en beneficio del rejuvenecimiento, del dejar pasar nueva sangre y de querer hacer bien las cosas del pueblo español, es buen momento para cambiar el sistema podrido y de una vez dejar de quejarnos en los sofás de nuestras casas y tomar nuestro país, como algo NUESTRO. A la vista está de que no funciona este sistema y no funciona por que el pueblo lo ha permitido así haciendo la vista gorda y mirando para otro lado (a mi mientras no me toquen el bolsillo) pero al final acabamos en un callejón, y antes de que esas dos Españas se separen más y más, deberíamos consensuar las cosas, los de arriba deben dar ejemplo al pueblo, para civilizar al pueblo, y no acabar profiriendo insultos ni malos modos.
        De eso se debería hablar en las redes y en la prensa, no de si fueron mil o dos mil los que pidieron la república o el referéndum o si somos más monárquicos o menos.

        Gracias por su respuesta y por plantear el debate.
        Un saludo

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  7. Por mi parte, ha sido un placer intercambiar argumentos con alguien civilizado aunque sustente posiciones distintas a las mías. Así debería ocurrir en España, aunque por ahora (y siempre hablando en sentido colectivo) no vayamos aún por ese carril.

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  8. Esta entrada está muy bien pero no se muy bien a qué viene, los que queremos una tercera república queremos una república del siglo XXI no una vuelta a 1931. Gracias.

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  9. Vaya por delante que yo no quiero volver a ese régimen asesino que se desarrolló entre 1931 y 1939. Al parecer no todos quieren «la misma República». De otra forma no se entenderían las «procesiones» con la bandera tricolor (a la que últimamente le han añadido una estrella roja) y banderas soviéticas. Una república como Alemania o USA no es una idea totalmente desechable, pero hoy por hoy son minoría quienes la propugnan. Y teniendo en cuenta el secuestro intelectual cometido por la izquierda respecto de la idea republicana, no tengo ninguna duda de que ésa sería la idea que triunfaría y volveríamos efectivamente a 1931.

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  10. Estas cosas pasan cuando no se da historia en las aulas, estamos creando una juventud, que le pones delante un texto de pio moa, o cesar vidal, un texto muy bien articulado, y con aires de saber de lo que están hablando, y estos jovenes no son capaces ni de discernir ni de contrastar. Le dan a compartir el artículo en el facebook, cuando realmente ni se lo han leido. La incultura es lo que crea conflicto, no las patochadas esas que dice usted. con cultura no habria NINGÚN trabajador que votase al pp, la religión estaría confinada a circulos pequeños y sectarios, ya que el saber y la ciencia es totalmente incompatible eso no lo niega nadie (exceptuando algunos con grandes conflictos interiores), no habría muchos problemas sociales (a lo mejor por eso los policias no entienden ni de historia, filosofia o psicologia….). Pero claro es bien sabido que la derecha esta en contra de todo gasto en educación (al contrario que en los bienos progesistas de la república), y si a favor de una «educación» elitista o religiosa y claro, mientras no salgamos de esos circulos, habrá gente que lea articulos como el de usted y lo aplaudan.

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  11. Por partes y sin mezclar churras con merinas:

    a) Es verdaderamente una pena que «los jóvenes» compartan un artículo de César Vidal o de Pío Moa que dice cosas que a usted no le gustan. Presupone que no lo leen. Por ahí «vamos bien». Mejor era en la URSS, donde lo que leía «el pueblo» estaba totalmente controlado y a salvo de «malas influencias».

    b) «Patochadas». Parece que se cree usted muy listo, pero no es más que otro pelagatos de la izquierda que, nuevamente, desprecia y descalifica sin aportar un hecho en contrario. Y ahí está precisamente la patochada.

    c) Tiene usted un problema grande con la «religión» y «el PP». Y se permite el lujo de hablar de «sectarismo». La ignorancia y la incongruencia son atrevidas, máxime cuando van revestidas de la falsa «superlegitimidad» que la izquierda se autoatribuye.

    d) «Derecha»… «izquierda»… Términos hoy inoperativos. Necesita usted una actualización, de verdad. Y tampoco le vendría mal un poco de «romanización», como dice una amiga mía. Y de respeto a la ortografía, ya que estamos.

    e) Por si no se ha dado cuenta (que me da que no), el artículo no es mío, sino de otro colega bloguero. Si tiene más «quejas» le sugiero que se persone en su blog para ponerse en evidencia como lo ha hecho aquí.

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  12. a) ¿Es mentira que la mayoría de jovenes fascistas no saben ni que periodo abarca la república? ¿que ese fascismo les viene influenciados por causas totalmente ajenas a la historia o economia, como bien pueda ser el futbol(recordemos los nazis del ultrasur)?
    b)»pelagatos»: me descalifica y desprecia personalmente sin conocerme, tiene un problema, a hecho lo que critíca.
    c) respecto a mi problema con la religión: lo dejaré de tener cuando se respete y se proteja tanto mis creencias como las de usted, más cuando la mia es mayoritaria en españa (esto es, somos laicos). Mi problema con el pp es de dificil solución, ya que pertenezco a esa gran parte de la población trabajadora y además interesado por temas que afectan a mi país como es la politica. Cuando el pp invierta en educación, respete todas las religiones, de igualdad de oportunidades…. y no esté puesto y mantenido por las grandes fortunas y empresarios de este país, le votaré sin ningún problema.
    d) ¿tiene miedo de que le digan que es de derechas? ¿queda muy feo? no están inoperativos, existen dos clases, la trabajadora y la que puede manejar a esta última clase. Pero si lo prefiere le puedo llamar neoliberal, o neofascista (perdón, neonacionalcatólico)
    e) si el articulo no es suyo, no lo difunda, he tenido la mala suerte de empezar a leer el artículo del policia nacional y he acabado aquí.

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    1. Sigue usted mezclando churras y merinas: política, fúrbo, religión… Así que no me voy a molestar en refutarle. Al menos no hasta que se romanice un poco. Solamente le recordaré dos cosas:

      a) Este es MI blog y yo publico en él LO QUE ME DA LA GANA.

      b) NADIE puede decirme lo que yo puedo o no puedo publicar en MI blog. Si no le gusta lo que publico, simplemente NO LO LEA. Se llama «libertad de expresión», por si no se ha enterado.

      Y con esto doy por terminada la discusión con usted.

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      1. Muy bueno el artículo venga de quien venga. He leído todos los comentarios y, sobre todo en los últimos, se ve claramente el «odio» de algunas personas hacia ciertas opiniones.

        Personalmente no viví la República, tengo 49 años, pero mis familiares mas ancianos si la vivieron, además de la guerra, la posterior dictadura, y la democracia hasta llegar al actual estado de cosas. Tengo que decir que por ideología eran republicanos, pero católicos y siempre les escuché decir que el mayor error de la República fue haberse metido tanto con la Iglesia. Supongo que en aquellos tiempos la gente era muy tradicionalista en muchos aspectos, no sólo en el confesional, y es por eso que, como dice el artículo, la gente votó izquierdas en las ciudades y derechas en las zonas rurales. Quizá este cambio tan brusco no supo ser asumido por un Estado tan cambiante, y lo que pudo haber sido un cambio a bien, se convirtió en una especie de revolución como en Rusia. Los españoles de la época, mayoritariamente mal enseñados, alimentados y pagados, vieron en esta nueva forma de gobernar, unos sus anhelos revolucionarios y otros, como ahora, deseando tener trabajo, alimento y bienestar. Pero todos quisieron, seguro, vivir en paz.

        Tanto antes como ahora, estoy seguro de que la clase política iba a lo suyo y no supo ver y corregir la tremenda fractura que tenían delante. Tanto antes como ahora, los políticos no han aprendido la lección.

        Sólo el Rey, con sus virtudes y defectos, ha sido el único capaz de demostrarnos, tanto dentro como fuera de España, a todos su afán de unidad de España. Sólo él ha escuchado a todas las corrientes y desde su puesto ha sabido representar como nadie a este país que otros representantes públicos se han encargado, y aún hoy siguen, de dividirnos de las mas diversas maneras. Ya sea con banderas, nacionalismos o simplemente derecha e izquierda.

        Ahora mismo hay un debate entre los españoles sobre Monarquía o República. Yo particularmente pienso que, «mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer».

        Un cordial saludo

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  13. Apreciado Pablo:

    Me alegra coincidir con usted en el planteamiento de la cuestión. Muy especialmente en el hecho de que el sistema político republicano caminó voluntariamente y no espontáneamente (gracias a prohombres como Largo Caballero) a un estadio pre-revolucionario que hubiera terminado con la imposición de la dictadura del proletariado al modo soviético. Eso sí que hubiera sido una desgracia para España, como lo demuestra la Europa del Este postcomunista tras 40 años de comunismo. Añada usted un segundo hecho: que a los católicos se les perseguía con saña y llegó un momento en que ya no quisieron dejarse matar. En ese punto es cuando se plantea la guerra como única solución.

    Respecto a los tiempos actuales, reitero mi opinión expresada en un comentario anterior: si no se sabe a dónde se va, mejor quedarse quietos. De algún modo, pues, la Monarquía constitucional es «la menos mala de las soluciones posibles». Quiero dar un voto de confianza al futuro Rey en cuanto a «limpiar la casa» y devolver así el prestigio a la institución, que ahora mismo anda bajo mínimos gracias a comportamientos «nada edificantes» del Rey actual en el pasado. Personalmente le daré los famosos «100 días de cortesía» para ver por dónde respira. Y espero, por el bien de España, que no se equivoque.

    Saludos cordiales.

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  14. Pingback: Anónimo

Gotas que me vais dejando...

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