Seguro que muchos de ustedes conocen esa canción, sobre todo si han estado en Taizè y otros movimientos eclesiales de inspiración cristiana, interconfesionales o no. Viene a cuento porque Rubalcaba y sus acólitos han puesto el tema de moda a través de sus terminales mediáticas, blogosféricas y en las redes sociales.
Se ha orquestado toda una campaña de hostigamiento a la Iglesia Católica por parte de la izquierda toda (la caviar y la auténtica). Primero fue la campaña de «los 10.000 millones», que comenzó por la distribución de un bulo con padre conocido en la persona de cierto plumilla de Público, ese periodicucho fenecido y que sobrevive fantasmagóricamente en Internet. Tal bulo pretendía que la Iglesia Católica «recibía 10.000 millones de euros todos los años». Cuando a los trolls encargados de su tenaz propagación se les decía que desglosaran las cantidades, acudían a las cuentas del Gran Capitán de cierta asociacioncilla llamada Europa Laica, modelo de transparencia tal que no se sabe de dónde proceden los dineros que manejan. Uno, que es educado, sabe que existe una Ley llamada de Subvenciones (la 38/2002), que exige que todas las subvenciones sean publicadas. Y acudíamos al BOE, y no aparecía nada de eso. Y cuando a los trolls se les decía que «no existe ninguna subvención en el BOE», cambiaban de tema. Hubo un segundo intento de reavivar la campaña añadiendo un enlace a una página falsa del BOE. Se les desmontó igualmente.
En el momento en que estamos, la ofensiva laicista (no es muy difícil saber quién está tras esos descerebrados) se ha bifurcado: por un lado, los que cuestionan, con un par, la labor social de Cáritas. Normalmente hay que verlos a ellos (los criticones): bien lustrosos, viviendo a sueldo del erario público (trabajan para el Partido, lo cual les convierte en sanguijuelas de los dineros de todos… o de naide, que dijera la exministra Calvo). Les importa un carajo la labor social de Cáritas. ¿Por qué? Porque si desapareciera esa labor, a todos nos subirían los impuestos para suplir el coste del servicio prestado por Cáritas. O no se subirían y decenas de miles de personas dejarían de ser atendidas. Pero a ellos (a los trolls y a quienes están detrás de ellos), como se sitúan en los niveles medios-altos de renta, no les afectaría tanto (o nada en absoluto) la medida. Y lo mejor de todo es que esos progres de salón jamás se han ensuciado las manos dando de comer a un pobre (¡puags!). Ni sus partidos o sindicatos han abierto comedor social alguno. Solidaridad cero absoluto con los que más padecen la crisis.
La segunda de las líneas de ataque es el famoso IBI, la antigua contribución urbana. Impuesto de carácter municipal, del que están exentos no sólo los edificios eclesiales dedicados al culto. Los partidos y sindicatos también están exentos, entre muchas otras entidades «sin ánimo de lucro». Pero de ésos, obviamente, por consiguiente, nadie habla. No obstante, si ustedes se toman el tiempo necesario para leerse la Ley de Haciendas Locales. Existe un listado de exenciones en el cual figura, entre otros, sindicatos y partidos. Pero quienes piden el IBI para la Iglesia no se acuerdan ni de partidos ni sindicatos. Ni siquiera de otras confesiones religiosas, cuyos edificios están exentos también en aplicación de sendos tratados internacionales.
¿En qué deriva esto, al final? En la intolerancia. A los laicistas presuntos les molesta sobremanera que alguien crea en algo que ellos no creen. Y, no contentos con no respetar la creencia del creyente, pretenden prohibirle que crea o que deje de creer en aquello que cree. De tal forma que lo que queda claro es que esos laicistas de medio pelo no creen en la libertad religiosa. Según ellos, un servidor de ustedes sólo podría creer en lo que creen ellos, que todavía no sé muy bien lo que es.
Ah, y en la total y absoluta falta de programa de quienes proponen semejantes (peligrosas) estupideces. Porque a fin de cuentas, tanto el socialismo pragmático (Felipe) como el rampante (ZP) tuvieron tiempo de modificar las leyes en ese sentido. Y no lo hicieron. ¿Me explica alguien por qué ni en los 13 años del felipismo ni en los 8 de zapaterismo se aprobaron y/o modificaron esas leyes? Sacar a pasear ese tema justo cuando la pesoe está en la oposición denota que las ideas en otros terrenos se les han acabado. ¿Será porque si hablan de lo que harían en esos otros terrenos les caería una mano de hostias, y no precisamente de las consagradas?
Pero tranquilos. Como dice la canción, Ubi Caritas et Amor, ibi est Deus.
En la campaña de los 10.000 se emplearon a fondo. Lo sé porque fué cuando descubrí que, en internet, no todo el mundo es lo lo que dice ser, y que existen los comentarios mecanizados que sirven de base para que los trols realicen su sucia labor. La ICAR S.A era la consigna que más defendían, yo diría con saña.
No les importaba un carajo mentir, insultar, ofender..Su punto debil radicaba en su propia estupidez que les hacía vulnerables a lo que nunca falla «el ojo por ojo». Así murieron más de unos cuantos y en sus propios foros, pero abren otros jaja!!!
Qué miserables..
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Prácticamente sólo les faltó decir lo de la única Iglesia que ilumina es la que arde…
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