Hace ya algún tiempo tuve una pequeña conversación en Facebook con Isabel San Sebastián. Yo, modesto bloguero, le felicitaría posiblemente por algún buen artículo de los que tiene por costumbre escribir (no recuerdo cuál fue) en ABC. Recayó el tema de nuestra breve conversación sobre la defensa de las libertades y, sobre todo, de la libertad de expresión. Sin darle jabón porque no lo necesita, dije que necesitábamos más personas como ella, que tenían una tribuna amplia y podían hacerse oír y/o leer de muchas personas, para que el discurso de la libertad y la dignidad llegara donde tenía que llegar.
Y en un momento de la conversación a mí se me ocurrió citar este viejo juego de Sid Meier, Alpha Centauri (1999). Que será «sólo un juego», dirán ustedes. No obstante, en ese juego se contienen estas palabras, de actualidad entonces y ahora:
No pensé ni por un momento que pasado todo este tiempo habría de recuperarlas. Y todo porque, según parece, a Isabel la han echado de malos modos de 13TV, la cadena televisiva de «la Iglesia» (habría que hablar largo y tendido de esa «vinculación»). ¿Su delito? Sencillísimo: criticar demasiado al Gobierno. En concreto, decir que el gobierno del PP se ha comido con patatas y punto por punto lo que pactó ZP con ETA para que tuviera lugar «la pá del corrá». Aspecto que debió ser «la gota que colmó el vaso», pues Isabel lleva mucho tiempo criticando lo que no le parece bien de la política del PP, que no es poco. Total, que el mensaje ha sido: «Hay libertad de expresión, pero como te has pasado, te fulminamos». No es diferente en los demás medios. Todos aquellos que intentan hacer que la plebe (o sea, ustedes y yo) veamos un poco más claro (dicho sin segundas), son sistemáticamente laminados.
Puedo imaginar que todos los artículos que ha escrito contra la pasividad y la falta de principios del Gobierno en cuestiones fundamentales que afectan a la Nación —unos cuantos, por cierto— han escocido en Moncloa. Y que eso, sin más, le ha valido la calificación de desafecta. Somos una ¿democracia?, pero después de 40 años todavía no nos hemos librado de los tics autoritarios del régimen anterior. Ocurre cuando se le da poder a personas que nunca soñaron con tener tanto: les coge mal de altura.
También hace algún tiempo recuerdo que tuve un encontronazo con alguien. Un tontito de estos de izquierdas, que cree que hasta que llegó Felipe González no existía la luz. El tipo en cuestión me decía que el régimen franquista era peor, «porque existía censura previa». Alma de cántaro: cuando hay censura da igual que sea antes o después. El hecho es que tu información o tu artículo de opinión no salen y el ciudadano ve vulnerada su libertad de recibir una información veraz (20.1.d, ya que estamos y que celebramos los 37 años de existencia de la muerta). Aparte, en una dictadura ya sabes que habrá censura y, al menos, en eso no engaña, como el algodón. Donde no te esperas encontrar censura es en una democracia: ni previa, ni posterior ni de ningún otro tipo. Y tan censura es impedir la publicación de una información como echar a posteriori al periodista que la firma, por ser «la gota que colmó el vaso». La censura es el recurso que les queda a quienes tienen el poder pero no la verdad de su lado.
A Dios gracias, es gibt noch Journalisten in Spanien; y así, Isabel puede recalar en casa Federico, condenado a las ondas hertzianas a falta de condena judicial porque estamos en una democracia y no le pueden echar el guante sin más, como hacían los bolivarianos. Y a falta de eso, se le niegan una y otra vez licencias televisivas o incluso radiofónicas. En Cataluña no le dejan emitir porque saben perfectamente que si le dejaran tendría más oyentes que Catalunya Ràdio, «la ràdio nacional de Catalunya» y Justo Molinero, ese cordobés vendido al dinero de Pujol, juntos.
A Dios gracias y hasta donde uno sabe, a Federico no le llaman para imponerle o quitarle los tertulianos. Supongo que por eso y por otras cosas está condenado a las ondas hertzianas. Valdría la pena que algunos, antes de hablar de «democracia», reflexionaran sobre este hecho. Y sobre el hecho de que se premie a los enemigos de España, mientras que se castiga a quienes tienen la desvergüenza de defenderla.
Deseamos el mejor de los éxitos a Isabel San Sebastián en su nueva etapa periodística y que nos siga deleitando con sus artículos en la prensa que todavía podemos denominar libre… con reservas.
Reblogueó esto en Ramrock's Blog.
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