Cabalgatas marca NOM


Estamos en 1983. El flamante nuevo ministro de Educación, José María Maravall, suelta esa frase lapidaria que desde entonces lleva marcando la educación —tomaron al asalto la Educación batueca y aún no se han bajado de ese cielo—: «Hay que secuestrar el alma de los niños». Desde la LODE parida por Rubalcaba y Marchesi hay que decir que han conseguido ampliamente su objetivo. Vino una LOGSE e incluso, en 2006, aún vino una LOE zapatera. Hoy España es educacionalmente de izquierdas. Han conseguido que incluso los votantes del PP —salvo cuando eran mayoría social— se sientan raros votando a su propio partido, porque esa educación les ha robado esa total independencia emocional.

¿Y en qué se ha traducido esa hegemonía educativa, cultural y educacional? Bien, como era de esperar, tanta hegemonía ha devenido en corrupción, en «vieja política», en «casta». La izquierda y la derecha han borrado sus límites de tal modo que, como diría Orwell,

Doce voces gritaban enfurecidas, y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.

La famosa nueva política no es mejor. Tal y como dice el autor de la entrada anterior, las juventudes de los partidos no aspiran a otra cosa que a suceder a sus mentores en el reparto del pastelazo. No han aprendido a gobernar, ni a poner los intereses «del pueblo» o de «la gente» por delante de los suyos propios o los de su partido. Ah, el Partido. Die Partei hat immer recht. No se discute el Fuhrerprinzip, ya se trate de un partido socialdemócrata (PP) o comunista (Podemos).

Esta ciudadanía obediente que ha intentado crear la vieja política es la que la nueva política saca a la calle para moverla como marionetas conforme a sus intereses. Así, ahora nos encontramos indefensos. Claro que puede usted protestar en las redes sociales: puede ciscarse en el político de turno (cada vez hay más insultadores y menos razonadores en las RRSS) y probablemente, una vez haya usted manifestado su desacuerdo con Fulano o con Mengano, ahí quedará todo.

La nueva política consiste en mantener a ustedes en el redil social. A los políticos nuevos les da igual que protesten ustedes en redes sociales. Al contrario: les encanta, porque así les tienen más controlados. Lo que les preocuparía es que saliesen a la calle, como han demostrado las feminazis contra unas mujeres de VOX. A Carmena y a su troupe anticatólica les preocuparía y mucho que «la gente» organizara una manifestación contra el Ayuntamiento, aunque fuese por la suciedad que en la Villa y Corte campa por sus respetos…


Todo lo anterior explica muchas cosas. La primera, que la famosa Kabalkutre madrileña (pero también de Barcelona, Valencia o Sevilla), no es para nada un hecho inocente. Si fueran «laicistas» como dicen, es posible que no hubiera habido cabalgata; pero manteniéndose en el respeto constitucional a todas las creencias religiosas, tal vez hubieran permitido que se hubiera podido organizar de forma privada. Sin embargo, son anticatólicos porque usando dinero de todos, lo que han hecho es ofender las creencias religiosas de muchos madrileños, barceloneses, valencianos o sevillanos. Entérense, podemitas descerebrados: la cabalgata no es un acto «municipal», sino religioso católico. Y como tal, no se puede obviar su simbología y su relación con Jesucristo. Es, sencillamente, la conmemoración de la adoración del niño Jesús por tres magos, que la tradición piadosa ha convertido en «reyes».

Lo que han hecho Doña Rojelia y sus conmilitones allí donde corresponda es sencillamente burlarse de los católicos. Pero no sólo eso. Han insertado un recuerdo horrible en la memoria de los niños. Les han arrebatado su infancia travistiendo a los «Reyes Magos» en cómicos de la legua y tristes payasos, alguno de los cuales ha dicho incluso «odiar a los Reyes Magos». Es verdad que toda esta mierda (y perdonen el exabrupto) comenzó con las cabalgatas acomplejadas de Gallardón, mal aconsejado probablemente por alguien de la Logia. Primaba el aggiornamento municipal. Pero está claro ahora que estamos sufriendo una escalada de ataques contra la religión… católica. A los demás, especialmente a los moros, no hay que cabrearlos. Y los podemitas no van a cejar.

Ubi sunt?

Preguntaría por los políticos de la oposición municipal, pero es que no he oído crítica alguna a este hecho atroz por parte del estamento político. A los políticos de la hoy oposición sólo les preocupa su trasero, gordo o fino. «No se meten» en materia de religión para no verse llamados «meapilas», «nacionalcatólicos» u otras sandeces semejantes que profieren los anticatólicos a falta de argumento alguno. Hasta los liberales están desaparecidos: se escudan en que «hay libertad» (pero es con ira, señora) y ahí queda todo. Hay más miedo al escrache anticatólico (llamemos a las cosas por su nombre) que a proclamar la verdad.

Preguntaría a la Iglesia dónde estaba. Pero me imagino el plan. Después de la caña que le dieron al obispo Reig Pla por decir unas cuantas verdades —iluso: creería que la libertad de expresión va en ambos sentidos, como creería cualquier persona normal— sobre el colectivo LGTB que a éste no le gustaron, imagino al purpurado de turno:

—Hijo mío, son tiempos difíciles. Hay que rezar mucho y no desesperar. Hemos de practicar la virtud de la misericordia, que para eso el Papa ha declarado este año como de la…

—Entonces, Ilustrísima, ¿no van a protestar ni a ejercer algún tipo de acción legal? —pregunta uno, ya amostazado—.

—No, hijo. Todos buscamos a Dios, aunque sea por caminos extraviados. Hay que comprender a esas pobres ovejas descarriadas. Aparte, estaríamos entrando y saliendo de los Tribunales todos los días, y gastando un dinero que no tenemos y…

Pero uno ya no escucha más. La sensación de desamparo es total. Porque luego resulta que esos purpurados y demás próceres eclesiásticos son los que sacan el hacha contra los divorciados y vueltos a casar. «¡No tienen derecho a comulgar!», declaran enfáticamente, llenos de virtuosa indignación. O a lo mejor sí, como en Alemania; pero sólo si uno paga el correspondiente impuesto religioso. O que luego son tan comprensivos con la homosexualidad dentro de la Iglesia, por motivos no demasiado confesables.

Es verdad que algunos comunicadores y «líderes de opinión» sí han manifestado una opinión contraria a estos ataques: Carlos Herrera, Hermann Tertsch, Federico Jiménez Losantos… Sí hay ciudadanos de a pie que manifiestan su enfado; pero eso a Doña Rojelia y a sus mariachis se la trae al pairo. Saben que no recibirán contestación alguna desde instancias políticas y/o religiosas, que sería lo preocupante. Y es precisamente esa ausencia de reacción lo que «les anima a seguir trabajando en la misma línea con denodado ardor».

No abrigo muchas esperanzas. Sólo espero que alguna vez dejemos de ser «la gente» o «el pueblo», y nos convirtamos en ciudadanos. Pero de los de verdad. No de ésos que te dicen que si eres provida no entras en el club, por feo.

4 comentarios en “Cabalgatas marca NOM

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Me gusta porque hablas con claridad, porque compartimos la misma manera de pensar y vivir.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Está claro, amigo Aguador, que ambos pensamos igual con respecto a este tema. Me refiero a los Podemitas gobernando a lomos del PSOE. ¿Se imagina la imagen de P. Iglesias subido a lomos de P. Sanchez dando un mitin?. Yo si
    Con lo burro que es el segundo, no se atrevería ni a rebuznaz si el que lo monta no le da rienda. Jajaja…

    Tiene mucha razón en cuanto a que los que deberían de plantar cara a los desmanes, es decir, la oposición, La Iglesia, muchos mas periodistas, etc. no lo hacen. Deben de tener tanta confianza en que esto es una mala pesadilla, y que cuando pase todo seguirá igual, que no creen que sea necesario despertar aún. Quizá despierten cuando vean noticias mas escabrosas que las de las cabalgatas de reyes. Quizá para entonces se acuerden de Sta. Bárbara, que sólo nos acordamos de ella cuando truena.

    Buenas noches, amigo.

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    1. Amigo Pablo, no te olvides de los vendidos, los que hacen la ola al «cambio», a los periodistas en nómina de los enemigos de España. No son pocos y además gozan de altavoces potentes. En cuanto a Pdr Snchz, habrá que estar atentos al próximo congreso que celebre la pesoe. Lo mismo el candidato para las próximas elecciones, que algunos empiezan a dar como seguras en mayo, ya no es él, sino Susana Díaz, que está adoptando un perfil muy «nacional»…

      Buenas noches, amigo Pablo.

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Gotas que me vais dejando...

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