http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=30788

Sabíamos que ZP era un cínico. Pero no pensábamos que ese cinismo llegara tan lejos. O eso, o es que padece en grado sumo el llamado síndrome de la Moncloa y cree que por su sola voluntad le ha de caer un marquesado. Es decir: que este tío quiere, como colofón a su labor destructora de la Nación histórica española, que le premien. No tiene bastante con irse a su casa, a un casoplón de 1 millón de euros (del que no se tiene noticia que esté terminado siquiera). No tiene bastante con un piso cerquita de donde supuestamente, trabajará a partir del 7 de enero próximo. No tiene bastante con un sillón en el Consejo de Estado, que le garantiza tratamiento de Excmo. Sr. y lleva aparejado un emolumento salarial de 145.000 euros anuales.

Todo eso no le basta al caballero. Quiere más. Para ser exactos, quiere título nobiliario, cosa inaudita en un presunto socialista. Por lo menos en eso Felipe fue más comedido, pues declinó el título al considerar que no casaba bien con el ser socialista, que por lo general abominan de la aristocracia y la nobleza. Nos estamos oliendo, no obstante, que la pretensión no ha sido idea de ZP, sino de su señora Sonso, la cual, queriendo volver a León y sabiendo que tendrá que soportar el desprecio de muchos de sus conciudadanos, querrá poder decirles: «¡Sí, pero al menos soy Duquesa!».

Como recuerdan en el artículo que les enlazo al principio del post, es curiosa la historia nobiliaria de los expresidentes. Al padre del café para todos y del consexo, el compañero Juanca le concedió el ducado de Suárez. A Calvo-Sotelo lo nombró «Marqués de la Ría de Ribadeo» y posiblemente don Leopoldo fuera quien con más dignidad llevara semejante título de todos los expresidentes. Felipe, como ya hemos dicho, declinó la oferta. Y Aznar, quien no estaba al parecer en buenas relaciones con la Real Casa, no tuvo ocasión de aceptar porque nunca se lo ofrecieron (seguro que le hubiesen nombrado Conde del Bigotito, aunque sólo fuera para fastidiar).

La Red se parte de risa (los españoles somos así: podemos reírnos con estas cosas aun cuando la cosa esté jodía de veras) con la pretensión de ZP y los títulos van que vuelan: Duque de la Ruina, Marqués del Desempleo, Conde de la Memoria Histérica… Pero sobre todo, el sentimiento general es de rechazo, al que un servidor de ustedes se une. A muchos nos ofendería que a semejante elemento le concediesen título y grandeza de España, que según tengo entendido, concede el derecho a no descubrirse ante el Rey (anticuado ahora que prácticamente nadie lleva sombrero o tocado diverso.

No menos importante es que la nobleza no se adquiere por título, sino que se lleva en la sangre y uno se comporta conforme a ella. Y el hecho palmario es que ZP, ni siquiera antes de ser presidente se comportó con nobleza alguna. Para muestra, este botón: en 2002, mientras con una mano firmaba el llamado Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo (que en 2004 se encargó diligentemente de enterrar), con la otra daba la mano a ETA y a Mohamed VI. Como personaje público, este hombre ha sido congénitamente incapaz de ofrecer lo que se llama lealtad institucional; y formando parte la lealtad de la cualidad de la nobleza, ¿cómo se atreve a pedir que le reconozcan lo que en ningún momento ha demostrado poseer?

Parece ser que la Casa Real no está por la labor. No sólo no la llenaría de orguyo y satisfacción, sino que la llenaría… bueno, de eso que ustedes se imaginan. Aunque más que está empezando a salir con el temita del yerno Urdan-pillín, pues…

Actualización 3/12/2011

A diferencia de lo que ocurre con el pedorro (todavía) okupante  de la Moncloa, el compañero Juanca «ha venido en otorgar» el Marquesado de Daroca (esta vez muy merecidamente) a D. Antonio Mingote. Merecido gallardón para quien desde sus viñetas en ABC se ha asomado a la realidad española de los últimos 50 años con esa ironía tan suya. Cuántos podrían aprender de él (entre otros, el infame Sorrocloco). Claro que el maestro tiene ya la friolera de 90 años; vamos, que espera un poco más y tiene que otorgárselo a título póstumo. Sería gracioso conocer la viñeta que al evento hubiese dedicado el maestro desde ultratumba…