«Que se j…»


En la pasada semana hemos tenido otra prueba más del apabullante dominio que tiene la izquierda de la demagogia y del agit-prop frente a un PP absolutamente inerme. Es decir: funcionan como casta tras las bambalinas, pero de cara a la galería y cuando el PP menos se lo espera, garrotazo y tentetieso.

El asunto ha venido a cuenta de cierta expresión desafortunada de la diputada del PP por Castellón Andrea Fabra. En un pleno movido, en que Mariano anunciaba los reco… esteeeeeeeee ajushtesh que los españolitos de a pie vamos a sufrir en prácticamente toda nuestra esfera más cercana y justo en el momento en que Mariano anunciaba los recortes a los parados, los españolitos vimos como la susodicha profería una expresión poco acorde con la dignidad del lugar en que se encontraba.

Estaremos de acuerdo en que no fue una expresión afortunada. Incluso podemos argumentar que la dignidad de las paredes del vetusto edificio ya se demedió bastante con la autorización a ZP para «negociar» con ETA. A partir de aquí, la manipulación ha sido monumental. Primero, porque en el momento de la algarada, todas las cámaras enfocaban a la bancada del PP. A mi entender, éste es un detalle fundamental: los españolitos que vimos aquello podríamos haber determinado a quién verdaderamente se dirigía la soez expresión.

Y segundo, porque no podía ser otra la destinataria que la bancada socialista. Aquí la segunda manipulación: a alguien le faltó tiempo para anudar los recortes a los parados con la expresión de la nena Fabra. Lo cual, sin duda, fue como encender la mecha de un barril lleno de dinamita. Una mecha muy corta, dadas las circunstancias. A partir de ese momento hirvió Twitter, hirvió Facebook, Youtube repite una y otra vez las palabras de la diputada fuera de contexto. Y todo ello sirvió para caldear el ambiente aún más de lo que ya estaba.

Y aquí ya las cosas se salieron de madre. Los trolls socialistas metidos en las redes sociales repitieron las correspondientes consignas, que cito aquí de un usuario de Facebook:

Recortar la prestación a los parados y alegrarse de ello, y regodearse, es propio de hijos de puta. Y con perdón de las putas, que se merecen mayor respeto. No es un rifirrafe parlamentario, no le dijo «que os jodan», a los del PSOE, dijo ¡QUE SE JODAN!, a los parados, que son el pueblo español, que son de TODAS las ideologías. Yo te digo que eres una ¡HIJA DE PUTA! y que no puedes representar a nadie.

Esta sarta de mentiras y sandeces revueltas es lo que durante unas horas se convirtió en trending topic, dentro y fuera de Twitter. En la verdad absoluta que no admitía discusión. Fueron inútiles los intentos de hacer razonar al respetable, prueba de que la manipulación funcionó como un reloj. La manipulación consiguió, además, desviar el resentimiento y justificar la desviación. Es decir, se quitó al PSOE, que es el verdadero culpable de que haya que recortar (aunque eso, quién sabe por qué extraña cortesía, no se dice mucho desde Génova, 13), de la línea de fuego, y se redirigió éste contra el PP, sólo porque ahora está gobernando. Se borró del panorama de la actualidad el escándalo de los 97.000 euros que se auto-otorgó Patxi Nadie u otros asuntos que, de no haber prendido esta manipulación, la gente hablaría de ellos.

Y más aún: ley del embudo socialista. ¿Se imaginan ustedes si lo siguiente hubiera sido dicho por un personajo del PP?

Así, pues, el PP se comió el resentimiento nacional contra la casta política. Por sus privilegios, tan compartidos con el PSOE y con las demás fuerzas con representación parlamentaria (gracias, PSOE, por incluir en ellas a Amaiur, a quien no le importa que la subvencionen con dinero español). Resentimiento en el que hay que incluir al propio PSOE, destinatario real y verdadero del exabrupto pese a todo el chorreo que ha caído en otras direcciones. Resentimiento que ha servido para justificar la instigación de ataques contra personas del entorno de la nena Fabra:

  1. Por un lado, su padre, Carlos Fabra. Tal vez sea un digno discípulo de Don Vito Andolini di Corleone, pero eso es algo que deben determinar los Tribunales y no la ira del pueblo justiciero (bien dirigida y mantenida por los que ya sabemos).
  2. Por otro, su marido, Juan José Güemes. En el PSM de Fostiatus le tienen una inquina orgánica, fisiológica y fundamental porque, siendo consejero de Sanidad, no se arrugaba ante las tretas de la bruja Maru(ja). Además, los ridiculizaba una y otra vez (sus vídeos sobre el progresí son memorables) y eso justificó también el palo a la nena Fabra.

Caldeado el ambiente de todo caldeamiento, ya no importaron las explicaciones que diera la nena Fabra. Todo lo anterior, además, sirvió para justificar el ataque a sedes del PP y militantes y cargos públicos del PP. Ahí aparecieron los que se escudaban en la masa cobarde. Aquellos que en otro tiempo o lugar hubieran aplaudido el sambenito, la coraza de sapos y la hoguera. Los que hubieran aplaudido el ahorcamiento o lapidación en la plaza pública. Todos esos, escondidos cobardemente en la masa y en el clima propiciado por la miserable manipulación, agredieron verbal (y en algún caso físicamente) «al PP» en las personas de sus militantes, cargos públicos y electos. ¿Habrá quien se atreva, después de esto, a decir que la española es una «sociedad democrática»?

Qué lástima que estos hechos no los tuvieran que sufrir la pesoe y sus militantes dos años antes, cuando ZP aprobó sus recortes. No recuerdo que nadie saliese a la calle por eso. Bueno, sí, los sindicatos: pero con mucho cariño, porque lo hicieron tres meses después de aprobarse el famoso decretazo. Aparte de eso, nadie quemó, apedreó las sedes de la pesoe entonces. Nadie increpó o agredió a cargo de la pesoe alguno. ¿Es que acaso el PSOE es el único que puede manipular, insultar y agredir a quien, legítimamente, le arrebate el poder en las urnas? ¿Habrá quien se atreva a decir que, de puertas afuera, el PSOE es un «partido democrático»? Que de puertas adentro no lo es ninguno. Pero que no lo sean aquellos a quienes no se les cae la palabra «libertad» de la boca, pues… como que queda más feo aún.

5 comentarios en “«Que se j…»

  1. No intentes justificar lo injustificable.
    ¡Vaya elemento el padre!
    ¡Vaya pija impresentable, la hija! y….¡que ridículo y «trasnochao» el pretendido humor del marido de la pija!

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  2. ¿Seguro que es «injustificable»? ¿Tanto como es «justificable» que se agrediera verbal e incluso físicamente a militantes del PP que nada tienen que ver con Andrea Fabra? Ah, claro: tú eres de las que cree que efectivamente «se refería a los parados y no se hable más». El manipulador quería el pack completo: el padre, el marido y hasta el partido. Y lo ha conseguido. Felicidades.

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  3. Yo creo que en política, los errores se pagan muy caros. Fabra no se refería a los parados evidentemente, pero debería haber contenido su expresión porque tal y como están las cosas lo único que ha conseguido es que las redes sociales ardan y se ensañen con el PP. Para mí esto es una grave negligencia. Como voté PP, creo que tengo derecho a exigir más calidad de mis representantes, que dejen los modos barriobajeros para los sociatas que son especialistas en eso.

    Dicho lo cual, todo lo demás es más de lo mismo, basura, demagogia barata cutre y roina de la izquierda. Era de esperar.

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    1. Finalmente, pues, lo único verdaderamente reprochable es la soez expresión que ha proferido la diputada. Ha sido amonestada y sancionada (como no lo fueron Pedro Castro y otros distinguidos insultadores de los hotros) y con eso se ha terminado el asunto. Y está bien que sea así. Finalmente.

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Gotas que me vais dejando...

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