Como siempre, el título no está parafraseado por casualidad. Porque hablamos de un tema bastante feo y cuyo estado dice muy poco de la calidad de nuestra democracia (en rigor, régimen juancarlista). Se trata de la Justicia, esa señorita que va con una venda en los ojos, una balanza en la mano izquierda y una espada en la derecha.
Es casi un lugar común hablar de lo mal que funciona la Justicia, del atasco monumental, que parece que la Justicia como institución se acerca a los establos de Augías, aquellos que hacía años que no se limpiaban y que el estiércol se olía a kilómetros de distancia. Como sabrán ustedes, dicha limpieza fue el objeto de uno de los doce trabajos de Heracles. El trabajo de limpiar la Justicia no será menos hercúleo; y así como en el original hubo que desviar el cauce de dos ríos, en éste… bueno, en éste no se me ocurre cuál podría ser el remedio. Sí le deseo suerte al próximo titular de la cosa, si es que de verdad quiere remediarlo.
De lo que estoy seguro es de una cosa: que si no fuera por determinados jueces, los españoles ya hubiésemos dejado de creer en la Justicia, cumpliéndose así el adagio quevedesco: «Donde no hay justicia es peligroso tener razón». Pero no: estas personas, que a pesar de salir en los medios (a pesar suyo, valga la redundancia), no tienen vocación de jueces estrella, ni mucho menos de ver amanecer, han conseguido que los españolitos de a pie creamos que «todavía hay jueces en España».
Me refiero, como ustedes se imaginan, a las jueces D.ª Estela San José, que se ocupaba del caso Campeón y lo mandó sin pérdida de tiempo al TS (donde a lo peor lo recibe Conde-Pumpido, amigo del alma de Pepiño). Me refiero a D.ª Mercedes Alaya, que sigue el caso Mercasevilla y que ha tenido que aguantar nauseabundas insinuaciones del zeñorito dejcamizao Arfonzo Guerra acerca de su imparcialidad, además de soportar que la Administración andaluza le mande los expedientes tarde, mal y por cachos.
Pero muy especialmente me refiero D.ª Coro Cillán, que está investigando el caso del 11-M, a quien desde éste mi humilde rincón reitero todo mi apoyo de ciudadano de a pie. Las presiones que está recibiendo para que abandone el caso y las maquinaciones que alguien está llevando a cabo para que se la expulse incluso de la carrera judicial por atreverse a intentar desbaratar la sentencia-farsa de Gómez Bermúdez y la pésima instrucción de del Olmo (ese mismo que sentenció que «llamar «zorra» a una mujer no es un insulto dependiendo del contexto»), rozan lo absolutamente denigrante y repugnante.
Sin duda, alguien se está tomando muchas molestias para que D.ª Coro sea un segundo caso Gómez de Liaño, el juez expulsado de la carrera por atreverse a enfrentarse a Don Polancone, que en la gloria del paraíso masónico esté. Por lo que a un servidor de ustedes respecta, espero que en el CGPJ haya también alguien lo bastante honrado como para facilitar la tarea a Dª Coro, para que se llegue al fondo del asunto. No nos parece que D.ª Coro sea persona de arredrarse por cualquier cosa, ni siquiera por aguantar a una Secretaria judicial que es la personificación del enemigo en casa. Confiamos en D.ª Coro para que si en el sumario aparecen nombres de políticos, no se vayan de rositas, sean del color que sean. Confiamos en D.ª Coro para que todos los españoles de bien y especialmente los familiares de los 192 fallecidos y los 1.500 heridos sepan de una vez quién hizo daño o arrebató a sus seres queridos, por qué y cómo.
OTROSÍ: Que, teniendo en cuenta que en nuestro sistema judicial el juez que instruye no puede ser el mismo que el que enjuicie, esperamos que en fase decisoria los Magistrados decidan conforme a Derecho y no a directrices políticas, fijándose así la responsabilidad penal de las personas que aparezcan como procesadas o imputadas, ya se trate de políticos o no. Y sobre todo, corrigiendo el disparate jurídico que es la sentencia de Gómez Bermúdez.
Y por si algunos lo dudaban, SÍ, SEGUIIMOS QUERIENDO SABER. Y LO MISMO QUE SE LO HEMOS EXIGIDO AL DESGOBIERNO DE LA PESOE, QUE NO NOS HA HECHO NI PUÑETERO CASO, SE LO EXIGIREMOS AL PP, QUE HA ESTADO CON LAS VÍCTIMAS CUANDO LE HA CONVENIDO Y CUANDO NO, SE HA DESCOLGADO MISERABLEMENTE.
Tienes razón. Y más de medio país idiotizado que no se entera. Si no fuera por estas personas no habría esperanza, pero pocos las defienden.
Espero que SÍ miren atrás y los sucesos del 11M no caigan en el olvido, nosotros, desde luego, no lo olvidaremos nunca.
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Por supuesto que no, Candela. Y en lo posible, no pararemos hasta que se conozca la verdad y se haga justicia, aunque como dices tú y es verdad, «a más de medio país» le importe un carajo el asunto o no se entere o no quiera enterarse.
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