Para pensar

Visto aquí.

«Si vienen 50 millones de subsaharianos a Europa, este continente se convertiría sencillamente en una prolongación mas de África. Mirad este mapa sobre las diferencias de CI entre las distintas poblaciones: Link ¿qué ocurriría si esa población subsahariana fuese trasplantada aquí? La élite oligárquica no es ajena a estas cuestiones, por eso insisten en desintegrar a las poblaciones europeas sustituyéndolas por foráneas.

Hay unas directrices muy concretas en las que la UE solicita a las organizaciones pro-inmigracionistas de cada país que tengan cierta preferencia con los inmigrantes subsaharianos, a los cuáles podemos ver cada vez en mayor número por las calles de nuestras ciudades (por cierto, los que se ponen vendiendo kleenex en los semáforos y los que van en bici, cobran TODOS 900 euros de las arcas municipales: existen pruebas documentadas sobre este punto)

El problema ya no es solo una cuestión demográfica, es que el aspecto racial es también de inevitable consideración. Todos hemos pasado por la misma programación y hemos sentido el mismo reparo (grima, desagrado, miedo) a tratar ciertos temas. Sientes que el solo hecho de tratar ciertas cuestiones ya te coloca ‘en una posición desagradable’, pero no es más que el efecto de la programación recibida para marear la perdiz. Porque importa y mucho, y además de muchas formas distintas, varias de ellas muy sutiles.

Las diferencias antropológicas importan biológicamente. Y según pasa el tiempo y se acumulan nuevos estudios sabemos que importa mucho más de lo que pensábamos hace apenas unas décadas o de lo que queríamos reconocer. En los últimos tiempos puedo decir que me he «machacado» con lecturas científicas sobre el asunto, provenientes de ambas trincheras del debate, y no me quedan muchas dudas al respecto. La antropología marxista está prácticamente aniquilada, a pesar de que aún domine muchos departamentos, sobre todo el mediático. Y la sociobiología se impone más y más a pesar de su persecución.

Cada estudio epidemiológico, cada antropometría, cada nueva investigación sobre el cociente intelectual, cada investigación genética, le ponen un nuevo clavo en la tapa al ataúd de Boas, Montagu, Mead y los suyos. Cuando sabemos, por ejemplo, que las diferencias raciales entre distintas poblaciones humanas son mayores a las existentes entre perros o gatos, seguir sosteniendo que éstas ‘no existen’ o ‘no importan’ a base de falacias lógicas es pura superstición igualitarista.

Importa sociológicamente porque importa psicológicamente. El cerebro humano está preparado para reconocer las diferencias raciales y subraciales desde los seis meses de edad. El aspecto propio, el de los demás y las reacciones que estos provocan son esenciales en la formación de la identidad propia y en la socialización a lo largo de la vida. El aspecto físico delata hasta cierto punto ante uno mismo y ante los demás los propios orígenes. Eso influencia de forma inevitable la relación que cada cual establece con aquellos que le rodean, pero no sólo eso, sino también con quienes le han precedido. Cuando un español contempla los cuadros del Siglo de Oro reconoce de forma inmediata (y hoy sabemos que eso es una capacidad innata) que aquellos a los que contempla son de una estirpe genética muy cercana. Si un africano se mira al espejo tiene necesariamente que negociar alguna clase de arreglo con ese pasado que no es suyo. Ésa es la razón por la que en EEUU se recurre a engrandecer las figuras de aquellos africanos libertos que participaron anecdóticamente en la llamada Revolución Americana: para intentar que los jóvenes negros sientan aquellos sucesos como algo propio, como algo en lo que participaron esos antepasados que les han legado nada menos que su aspecto.

Por todo lo anterior importa además política y culturalmente: porque cuando se sustituye demográficamente a la población autóctona de un territorio, de etnicidad propia, por poblaciones foráneas, todos los procesos de mestizaje tienden a convertir en irreversible esa sustitución y a negar toda posibilidad de éxito a cualquier movimiento identitario nativo que se oponga al proceso. Sin indígenas no hay reconquista posible. La promoción del mestizaje tiene por objetivo diluir la identidad previa y sustituirla por una nueva, mientras que esos «nuevos» individuos lucharán por defender el statu quo dado, que los ha puesto ahí y que es la base de su propia identidad personal con la que estarían poblando ese territorio. Por esa razón es por la que el mestizaje (promovido o forzoso) ha sido tradicionalmente el arma de destrucción masiva preferida en todas las guerras intertribales, interétnicas o de colonización. Hoy mismo podemos ver su utilización por toda África (verbigracia en Sudán): diluyendo el sentido de una identidad diferenciada en los oriundos, disminuye su número reduciendo su tasa reproductora y simultáneamente aumenta los apoyos de los nuevos pobladores.

Sobre todas estas cuestiones se podría escribir perfectamente una pequeña enciclopedia, así que no es cuestión de alargarse innecesariamente en un comentario. Pero si me gustaría añadir algo: según datos de la propia ONU (nada sospechosa de ser precisamente muy sensible ante los problemas de los europeos) resulta que para 2050 los caucásicos europeos o europoides (vulgo ‘blancos’) van a ser menos del 9% de la población mundial y con una pirámide de edades prácticamente invertida. Es decir: que estarán en vías de extinción, literalmente. Siendo esto así afirmar que nuestra actitud ante la inmigración extraeuropea masiva debe ser ‘neutra’ suena a chiste malo o a broma cruel. En este contexto histórico, la implosión demográfica y la invasión migratoria es el principal acelerador de nuestra destrucción. Es un mal objetivo. Un gran mal. Un suicidio colectivo. Y hay que denunciarlo como tal por mucho reparo que eso nos dé (a mí el primero). Porque lo contrario equivale a afirmar que la extinción de la población europea es irrelevante: un racismo con el que no se atreven ni los Nuevos Panteras Negras.»

Éramos (y II)

No menos interesante es pasar por el via crucis administrativo. Las colas de la prestación por desempleo, los cursos de formación (que con suerte te forman (¿?), pero no te sirven para encontrar empleo porque ya tienes una edad)… El punto surrealista lo pone el hecho de que una soleada mañana, tras cuatro años de desempleo, recibes una llamada del Ayuntamiento.

–Buenos días, le llamamos del Servicio Ocupacional del Ayuntamiento. Hemos estado revisando nuestras bases de datos acerca de nuestros parados de larga duración y nos hemos decidido a convocarlos a todos.

–Ah, muy bien. ¿Y eso para qué es? ¿Es para un trabajo?

–No, no, señor/a. Es para un cursillo.

–Ah… ¿De ofimática?

–Pues… no. Se trata de un cursillo sobre cómo buscar trabajo.

Si es la primera vez que te ocurre, te quedas como si te hubieran propinado un gancho de izquierda en pleno mentón.

–¿Oiga? –dice la señorita–.

–Eeeeeeh… sí, sigo al aparato –logras articular cuando ya te has recuperado de la impresión–.

–Bueno, pues queda usted citado/a a las 12 de la mañana aquí mismo, en el Servicio Ocupacional del Ayuntamiento.

–Pero oiga, ¿en qué va a consistir ese cursillo?

–No se preocupe, el día de inicio del cursillo ya le informarán. Ah, y no se olvide de traer un currículum.

–Oiga, que ustedes ya lo tienen. Lo presenté hace…

–Es lo mismo. Vuelva a traerlo y así le servirá de práctica.

–Vale, muchas gracias.

–Buenos días.

Clic. Y tú te quedas pensando: «Seguro que esa tipa hizo el dichoso cursillo en el despacho de su jefe actual y de rodillas».

El día señalado te presentas allí, con tus mejores trapos o pinturas de guerra si eres señora. Saludas, te sientas y empiezas a oír un repertorio de perogrulladas, en las que de cuando en cuando se intercala alguna sandez para no dormir al personal. Pero eres educado y no protestas porque te hayan hecho perder dos horas para nada práctico. Piensas: «Sigo siendo invisible». Invisible-invisible-invisible. Como si hubieras caído en una cárcel de una república bananera.

La segunda vez que te llaman, si es que hay una segunda vez, ya vas con la escopeta cargada. «Oye, ¿qué sindicato te paga para que nos des la charlita?» (a la conferenciante). «Oye, ¿qué relación tienes con el Alcalde?» (a la secretaria que te llamó para invitarte a la charlita). En este último caso es probable que la respuesta sea:

  1. «No te importa» (tiene una relación con el Alcalde que la mujer de éste no conoce).
  2. «Es mi tío» (o mi padre, o un amigo de él; todo queda en familia).

Y es que asistir a ese tipo de cosas no asegura que te llamen para un cursillo, de la misma forma que hacer un cursillo no te asegura que te llamen del INEM para un trabajo. Sabes que un montón de extranjeros, por pertenecer a colectivos desfavorecidos, te pasará delante. Y piensas: «¡Pero coño! ¡Si al final el «colectivo desfavorecido» somos los españoles!». Y empiezas a decir: «¡Los españoles primero!». Es políticamente incorrecto; pero tú no eres racista y además, tienes tanto derecho a trabajar como cualquier hijo de vecino. Y te da igual que te llamen «facha» o «nazi». Los españoles primero. Y luego ya veremos si hay sitio para más.

Esto antes no pasaba. Pero también es políticamente incorrecto decirlo. Y en una fecha como hoy, aún más.

¡Berrea, berrea!

Tranquilícense ustedes, que no les voy a traer a la memoria el espantajo del Rodolfo Chiquilicuatre ése (personaje, por cierto, interpretado por un xarnego, que dirían los catborregos hoy). Hoy, precisamente, ésa es la moda entre determinados colectivos de trabajadores que ejercen una función en régimen de monopolio debido a los conocimientos específicos que se necesitan para ejercerla. Continuar leyendo «¡Berrea, berrea!»

Bienvenida, Mrs. Obama

En cincuenta años no hemos avanzado nada. Hay que agradecérselo a nuestros gobernantes

Jamerooooooooben

Sepan ustedes, queridos lectores, que el surrealismo no lo inventó Dalí. En absoluto. El genial artista gerundense se limitó a copiar alguna cosilla de la realidad que señor padre, Notario de Figueres, a veces le podría comentar. Se preguntarán ustedes quién es, pues, el «inventor» de ese movimiento artístico. Ahí va: el inventor del surrealismo –en puridad «los inventores»– son esas criaturas togadas que llamamos «jueces». No es poco que gracias a ellos sepamos distinguir la verdad verdadera de la verdad oficial (y que la que cuenta es ésta última, no la otra); y mucho más, que la colisión entre ambas dé a luz a una creación surrealista, como ahora veremos. Continuar leyendo «Jamerooooooooben»

(Muy) cabreado

Me ha llegado por correo (gracias, María) y expresa perfectamente lo que yo siento algunas mañanas en que me levanto con el pie izquierdo. Lo he adaptado un poco a mi estilo, pero las ideas siguen totalmente incólumes:

Me ha llegado por correo (gracias, María) y expresa perfectamente lo que yo siento algunas mañanas en que me levanto con el pie izquierdo. Para ser sinceros, el texto ya me llegó otra vez por correo, pero hoy me apeteció publicarlo. Lo he adaptado un poco a mi estilo, pero las ideas siguen totalmente incólumes.

Hace ya bastantes meses, Zapatero anunció que daría un portátil con pantalla táctil a cada alumno de primaria. Así, sin importarle el coste, ni que estemos en crisis, ni que para qué coño usa un crío de 10 años un portátil con internet en clase, si no es para estar en el tuenti, o si el profesor estará preparado para usar ese chisme o la asignatura, para poder impartirla de forma telemática. Porque en mi universidad, de Ingeniería Industrial, tenemos suerte si el profesor tiene las transparencias de la asignatura en el ordenador. No se ha preocupado de si hay enchufes en las clases, ni del pastón que cuesta, ni del medio ambiente.

Sólo se ha preocupado de conseguir votos, de salir en la tele, y de que seguro que de cada portátil que pagaremos entre todos, él se llevará un euro. Como hacen todos, tanto el PSOE como el PP. Porque nadie ha dicho que eso es una soberana subnormalidad que nos va a salir por un ojo de la cara. Ni en el parlamento, ni en la televisión. Porque son todos iguales, porque lo único que les importa es lo que roban, y hacen como que discuten, pero en subirse el sueldo siempre están de acuerdo. Y ya me han tocado los cojones, ellos y quien apoya a unos o a otros.

Que ahora prohíben dar bolsas por el medio ambiente, porque esas bolsas van a la basura. Sí señor: de hecho, las usamos para tirar la basura. Eso sí que es reutilizar las cosas. Ahora tendremos que comprar bolsas de basura, con lo que el plástico que tiraremos será el mismo. Ahora sí, pagaremos la bolsa de basura y la bolsa reutilizable del Pryca.

Igual que pagamos a precio de oro la energía que se genera con las energías renovables, placas solares y molinos eólicos. Que son tan caras de construir y de mantenimiento, que si no la subvencionamos (vamos, la pagamos entre todos), no sale rentable. Que son complicadas de construir, no dan una mierda de energía, tienen una vida de pocos años, y después hay que tirarlo todo, y eso sí contamina un huevo. Porque todo el mundo que sabe un poco, sabe desde hace tiempo que la energía más limpia y más barata es la nuclear. Pero nos han comido la cabeza y nos la siguen comiendo. Porque, como en La Muela, el político de turno cobra por cada molinillo.

Hoy me tiene hasta los cojones la banca, que nos ha metido en una crisis dando hipotecas de 200.000 euros a gente con un sueldo de 600 y presentando como aval un chupa chups, y ahora cierran el grifo cuando ya se han hecho de oro. Y me los tocan los gilipollas que se lo compraron, sin preocuparse de si algún día lo podrían pagar. Y los miles de interesados que han especulado con el suelo y con la vivienda. Y ahora nadie lo paga, pero todos nos echamos las manos a la cabeza.

Y el PP y la patronal proponen como medida abaratar el despido y reducir el paro. Y nadie les dice que se reduzca el sueldo su puta madre, que ellos tienen el sueldo seguro, y los otros cuando se hicieron de oro no se quejaban, pero ahora quieren que el despido les salga gratis.

Porque estoy hasta los cojones de que la SGAE y un montón de soplagaitas como el Ramoncín y el Bardem, que se dicen progresistas pero tienen su casa de lujo en Miami y su yatecito en el puerto, me cobren a mí un canon por cada CD, disco duro, móvil, MP3, impresora o por cada libro que cojo prestado de una biblioteca pública, y el Gobierno les deja porque si dices algo en contra de ellos salen hablando mal de ti, y te hacen perder las elecciones.

Así que nadie les dice ladrones, que es lo que son. Que además hacen una mierda de películas que no tienen argumento, y sólo venden entradas porque sale el Hugo Silva en pelotas. Y para más huevos, una de las autoras de semejantes bodrios es la Ministra de Cultura. Tiene cojones la cosa.

Resulta que el criminal soy yo, por usar internet, por poner el emule, por usarlo para decir lo que me da la gana y para buscar más información que la que me dan mascada en las noticias de las tres, que la mitad del telediario es deporte y la otra mitad el tiempo, con un par de anuncios en medio, del jefe de la cadena, camuflados como noticias. Soy un delincuente por intentar pensar por mí mismo. Porque me quejo de que nos roben y nos toreen, y aun encima nos dejemos.

Igual que nos dejamos meter miedo, para intentarnos vender vacunas y mascarillas, diciendo que viene una pandemia mundial de gripe del cerdo, ahora gripe A. Igual que antes los mismos dijeron que venía la gripe aviar. Y qué curioso que las dos veces, quien anunció al mundo que habría millones de muertos, sea el dueño de la fabrica de las vacunas y secretario del gobierno de George Bush. Millones de dosis de un medicamento llamado Tamiflu, que por lo que se sabe ha matado a más gente de la que ha salvado. Pero todos callan, y si me fuerzas, le hacen el bombo.

Demostrando que hay idiotas en todos lados, ahora el PP ha pedido que los padres tengan que autorizar a alguien con menos de 18 años antes de que puedan hacerse socios del tuenti o del facebook. Lo que significaría que una niña de 16 años puede abortar sin pedirle permiso a los padres, y un crío de 17 asesinar a alguien sin ir a la cárcel. Pero no pueden subir sus fotos en pelotas hechas delante del espejo. Que ya de paso sirve para que las vea el chico que te gusta… y el que no te gusta, sus amigos pajeros, y todos los cerdos pederastas de internet. Porque éste es el país donde todo el mundo hace las cosas sin pensar, tengas 16 años y lleves un calentón, o tengas 50 y seas ministro.

Cansado, de que lo que vivimos en España ya no pueda llamarse inmigración. Es una PUTA INVASIÓN, donde si ves por la calle a otro español, casi te sorprendes, porque no hay más que negros, moros, sudacas y rumanos. Y les damos subvenciones y ayudas, mientras sus hijos se organizan en bandas, se adueñan de los parques, piden dinero por jugar en una pista de baloncesto, que es de todos, y mientras se pasean, buscan marrones. Ahora les daremos un ordenador de pantalla táctil, y tu hijo, al que has tenido que meter a un colegio privado para que no se junte con esa gente y hasta aprenda algo, el ordenador ni lo verá.

Pero es mejor discutir sobre si yo hablo catalán, o tú gallego, de que yo soy vasco y tú insular. Es mucho mejor que reconocer que somos un país de burros, de los últimos países en educación, con una tasa de abandono escolar que asusta, y donde estamos volviendo a que la gente no sepa apenas escribir y mucho menos sumar. Porque si yo digo «me gusta pensar, me gusta saber cosas», me miran raro, porque aquí está mejor visto ser un completo analfabeto. Y los de arriba contentos:  así no piensas, votarás lo que te digamos y te venderemos lo que queramos..

Todo ello sin que la televisión diga absolutamente nada, sin que nadie haga nada. Eso sí, el fútbol y los toros que no falten, y el programa de marujeo, donde si se pegan, mejor. Un programa de callejeros o todos los que lo imitan, donde se vea gente drogándose y yéndose de fiesta, que eso da audiencia, y la audiencia es publicidad, y vende. Y siempre es lo mismo, todo por dinero.

Nos estamos acostumbrando a ver muertes y asesinatos a sangre fría en televisión. Ya a casi nadie le escandaliza. Y aún tengo que aguantar que insinúen que la moral de los periodistas es superior, que es una profesión muy respetable, mientras los de la tele venden cada día sus principios por un punto de audiencia.

Así que escribo esto. Siento haberme extendido mucho. Si no te gusta, pues bórralo. Me da igual que lo reenvíes o que no. Sólo sé que alguien tiene que decirlo y que lo digo porque ya me han tocado los cojones.

Nota.- Era inevitable que se produjera algún goof (fallo de coordinación), que se dice en cine, dado el tiempo que ha pasado desde que el escrito echó a volar por la Red. El goof me lo ha hecho notar Leona Catalana (gracias) y salvando el detalle, creo que todo lo demás sigue igual de actual.

Red de mentiras

Con cariño, para mi amiga Isabel

Ver la televisión no siempre es un ejercicio edificante. Vean ustedes, queridos lectores, la cantidad de malas noticias con que nos bombardean: secuestros, asesinatos, robos, corrupción. Veamos lo que nos dice Ray Bradbury al respecto (Mr. Bradbury resultó profeta en este aspecto):

Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión para preocuparle; enséñale sólo uno, o, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una cosa llamada guerra. Si el Gobierno es poco eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello.

Tranquilidad, Montag. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo lowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian. No les des ninguna materia delicada como Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos […].

Ray Bradbury, Crónicas marcianas (¡1953!)

Que me aspen si no es eso lo que hacen la mayoría de los informativos (no los conozco a todos). Formulada esta diatriba en contra de los desinformativos (que no nos hablan de lo que nos importa y nos hablan de lo que no nos importa), anotemos que de vez en cuando hay alguna noticia curiosa. Tal es el caso de una empresa digital cuyo objeto social consiste en «contrarrestar con noticias positivas» las posibles difamaciones, rumores o injurias y calumnias, ciertas o no, que circulen en la Red contra aquellas personas que soliciten sus servicios.

Cierto es que su elevado precio (4.000 leuros del ala por hacerse con esos servicios) limitan drásticamente la posible clientela a altos ejecutivos, profesionales liberales de altos vuelos y políticos de todos los tamaños y pelajes, que suelen ser víctimas habituales de este tipo de comportamientos. La pregunta que me surge es: ¿tendrá alguna importancia que el «rumor» sea cierto? Es decir: pongamos el caso de una persona a quien su pareja le ha dado la patada y le ha cambiado por otro (o por otra, que hoy en día también podría darse). El despechado podría colgar fotos de su ex (o montajes de ella) y decir a todo el mundo: «Mirad, ésta es la guarra de mi ex». En este caso queda bastante claro el comportamiento y todos podemos ver que es, cuando menos, moralmente reprobable (además de delictivo).

Pero demos una vuelta más de tuerca. ¿Aceptará esta empresa el dinero de un señor que, habiendo sido descubierto como lo que no es, se ve todos los días en la Red acusado («calumniado», desde su punto de vista) y expuestas sus trapacerías a la pública contemplación? Me imagino que dicha empresa, antes de emprender las correspondientes acciones defensivas, realizará una investigación exhaustiva para no encontrarse con que está defendiendo a un bergante. Podría ser el caso de este señor. Cabrá preguntarse si la empresa citada accedería a defenderle poniendo suficiente dinero en la mesa, con independencia de que las imputaciones fuesen verdaderas o falsas (dadas las agarraderas que tiene este señor).

Los abogados de oficio no siempre tienen la escapatoria de defender a alguien de quien saben que es culpable. La ley les obliga y eso suele provocarles un conflicto moral, a veces importante. Pero la empresa privada ya es otra cosa. La única barrera en estos casos es el estándar ético de esa empresa. Veremos cómo se desarrolla el asunto.

Casco cerebral

Ya saben ustedes que en este blog, por lo general, no se habla más que de política o de cosas curiosas que acontecen en la sociedad.

No obstante, hoy romperé esa costumbre y les hablaré de un invento de una empresa australiana, Emotiv Systems. Lo llaman EPOC y viene a ser un artilugio que, colocado en la cabeza, sirve para realizar acciones básicas en relación a un videojuego. Me llaman la atención estos párrafos de la noticia leída en Libertad Digital, que a su vez toma la noticia del blog de Brian Crescendo, uno de los afortunados que ha probado el citado artilugio:

El resultado es que el jugador puede realizar acciones básicas como mover o hacer desaparecer objetos en la pantalla sólo con imaginar estas acciones. Además, EPOC es capaz de analizar el estado de ánimo del usuario y, por ejemplo, aumentar la dificultad del juego si detecta que está aburrido.

Emotiv ha trabajado durante cinco años en este producto y ha preferido centrarse en sus aplicaciones para videojuegos, pero sus responsables reconocen que los usos podrían ir mucho más allá. «Consideraremos también en el futuro las oportunidades que ofrece el sector médico», dijo Le. Entre otras aplicaciones potenciales citó «la televisión interactiva, el diseño de accesibilidad, la investigación de mercados o la seguridad».

Probablemente en la literatura de ciencia ficción hay bastantes precedentes. No soy muy leído en ese género, pero mencionaré dos que yo recuerdo. El primero de ellos, en algo tan inofensivo como una serie de dibujos animados llamada Ulises 31. En el capítulo 19, Nereo, los hombres-tiburón controlan a la población mediante la colocación de una rémora, un aparato capaz de mandar órdenes al cerebro cuyo control por los hombres-tiburón (criaturas de Poseidón, el malo malísimo de la serie) permitía esclavizar a los ciudadanos de Nereópolis.

El segundo es menos «inofensivo». Se trata del casco cerebral (Braincap en el original inglés), descrito por Sir Arthur C. Clarke en 3001, odisea final (la novela que cierra el ciclo de las Odiseas). Es requisito indispensable para funcionar en la sociedad del siglo XXX. Tiene sus inconvenientes: aquellos que adolezcan de algún defecto genético no podrán llevarlo. Para los que sí, la vida se simplifica muchísimo: pueden enviar y recibir e-mails, aprender carreras universitarias en una noche (opción más que interesante, tal como se está poniendo hoy en día la Universidad). Sólo tiene un problema: que en cuanto uno piensa en cometer el delito, rápidamente le echan el guante. Pero en fin, mientras uno se mueva en los parámetros de la legalidad (de cualquier forma que se defina, hoy o dentro de mil años) no tiene por qué haber ningún problema.

No sé si desear que semejante artilugio se invente dentro de mil años o que la ciencia avance lo bastante como para tenerlo listo en menos de diez. ¿Se imaginan lo peligroso que podría ser un tal artefacto en manos de un ZP o un Pepiño? Es decir, personas que tratan de esconder sus ansias totalitarias bajo un manto de (presunto) progresismo. Personas que tratan de sojuzgar a los demás so pretexto de redimirlos. Mientras tanto, parece que a Marianito le han puesto algo parecido, porque lo único que le falta es dar vivas a ZP y besar el suelo que éste pisa.

Emo

No hay como leer el diario para enterarse de cosas curiosas. El caso es que el otro día, hojeando El Mundo, me topé en la última página con un artículo de Raúl del Pozo. No es que sea adicto a sus artículos -como sí lo soy de los de Isabel San Sebastián o de César Vidal, o de Francesc de Carreras en La Vanguardia-; pero me llamó la atención un artículo suyo que hablaba de los emos, especie de tribu urbana que al parecer arrasa en México, D.F

¿Qué es un emo? Al parecer y según deduzco, un «emo» o «ema» posee dos vertientes inseparables: la ética y la estética. En lo ético son nietos de Sartre y Allen Ginsberg, e hijos de quienes en el romántico 68 se reunián a orillas del Sena (en la rive gauche, por supuesto), a leer esa poesía y prosa deprimentes, siempre a punto de abrirse las venas (aunque nunca llegara la sangre al río: lo importante es la pose).

¿Y en lo estético? En lo estético se les distingue al parecer porque con sus greñas se tapan media cara y se maquillan o pintarrajean. Proclaman a los cuatro vientos que el rigor mortis es la nouvelle beauté (como si no supiéramos que el mal du siècle es una moda que tiene ya 200 años) y su emblema es la calavera de Yorick. Ser feliz es facha: ¡viva la depresión! Por eso y en todo caso, visten mayormente de negro, muy al gusto gótico-ochentero-punk. Lo curioso es que la familia de éstos que así desfilan por este mundo variopinto resulta ser de proletarios venidos a más y así se puede profesar el ideario que uno quiera (incluso el anarquista). Vamos: que la depresión con dinero siempre es más consoladora que la depresión sin dinero (de toda la vida, oiga…)

En fin. Aquí les dejo un ejemplar (el único que yo conozco), aunque seguro que hay que añadirle una M…

Cambio de régimen

(Artículo cedido al Blog PEZ. Gracias por tu amable invitación, Harto)

No queda duda ninguna, señoras y señores: estamos ante un cambio de régimen. Vamos, que se acabó lo que se daba. La zetacracia ha entrado como un elefante en la cacharrería de las instituciones españolas y puede que no se rompa España, pero sí es cierto que el consenso (o «consexo», como lo llamaban Yale y Julen Sordo) que fue uno de los pilares básicos de la «primera» Transición, se ha ido a hacer puñetas. En Barcelona, en Vitoria o en Santiago de Compostela resuenan tambores de guerra y hasta los candidatos a presidentes del Barça terminan con un «Visca Catalunya lliure», del que cualquier día les hablaré.

Pero a lo que vamos. Ha sonado la hora del cambio de régimen, señoras y señores. Alguien ha decidido por decreto que «España es de izquierdas» (a pesar de que haya diez millones de personas en contra) y está haciendo la revolución. Hay que borrar el concepto de «España» de la mente de los españoles. «España» es un concepto facha, pepero (de esto ya no estoy tan seguro), franquista y de la derechona. A partir de ahora habrá que llamarla —me supongo— algo así como «Convoluto de Naciones Zetaperas», porque ZP ha demostrado que con crisis o sin crisis hace siempre lo que quiere y su palabra es la ley. Y por lo tanto, vale todo lo que él diga en el momento en que lo diga. Que lo que vale hoy no valga mañana no supone ningún problema para él ni para los zetácratas. Porque, vamos a ver: usando un razonamiento zetapero, ¿acaso el dinero no cambia todos los días de valor? ¿Se deja por eso de usar?

«Y es que la Constitución ya tiene treinta años y es un poco antigua. Bueno, no solamente es antigua sino muy molesta. Veamos: ¿qué demonios es eso de la «libertad religiosa»? (16 CE) ¿Por qué hay que permitir que los ciudadanos crean en Dios? El Convoluto de Estados Zetaperos es laico y por eso no se permitirá ninguna religión (y menos la católica, la más molesta de todas). O, por ejemplo, ¿para qué quieren los ciudadanos hablar castellano en la Nación Zetapera Catalana o en la Nación Zetapera Euskaldún? (3 CE) ¿O en la Baleárica? Respuesta: el castellano es una lengua facha, pepera, franquista y de la derechona. Por tanto, tiene todos los números para ser barrida de esos territorios.

Y no digamos la «libertad de expresión» (20.1.a CE): ¿para qué la quieren los ciudadanos? ¿Para criticar al Gobierno zetapero? ¡Anda ya! Criticar al Gobierno es antipatriota, hombre, aunque sea verdad la crítica. Que no se puede aguantar que un mequetrefe como Federico dé la matraca todas las mañanas en la radio de los obispos, aunque tenga razón. Y detrás de él, todos los blogueros fachas: ése que se llama Harto, ése que se hace llamar Aguador (querrá decir «aguachirle», seguro), y una que no sé dónde está pero que también le da muy duro, una tal Nora, ése otro que también pica mucho en Baleares, un tal Daniel, un tal Braincrapped (¿por qué se pondrán esos nombres tan difíciles de escribir?) y otros que se autodenominan PEZ, que tienen a gala ser enemigos de ZP y menos futuro que El Fary en la NBA. A los nuestros hay que premiarles el esfuerzo de combatir a los fachas. Hay que concederles la Medalla al Mérito Cultural Zetapero.

Pero aún hay más: eso del «funcionamiento democrático de los partidos» (6 CE) es una chorrada. Se acata lo que dice el jefe aunque se equivoque y sanseacabó. Y si no te gusta, puerta. Que para eso es un partido político: el partido que roba unido, permanece unido. Por no hablar de tus hijos: ¿qué es eso de que «los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones» (27.3 CE)? Eso es una imposición de la Iglesia carca y de la derechona, joder. Y Suárez fue un flojo por permitírselo. Si los chicos no han de creer en Dios, no necesitan para nada una educación religiosa y moral. Les basta con la EpC, que la da el Estado y es gratis, caramba.

Y sigamos leyendo la antigualla de la Constitución. Mira eso que dice: «Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes» (23.2 CE). Otra chorrada. Pero si el otro día me enteré de que metieron a la hija de un pez gordo en el Ayuntamiento, para coordinar no sé qué de Urbanismo y la chica creía que los ladrillos venían de París… O sea, que no hace falta entender de la cosa para mandar, ni hacer oposiciones. Bueno, oposiciones sí: hay que guardar un poco las formas. Pero salen los que tienen que salir, ni más ni menos. Además, ¿para qué están los cargos? Pues para meter a los amiguetes y a sus hijos, naturalmente. Y si estás dentro, para favorecerles y pagarles el favor. Hasta ahí podíamos llegar. Que hoy por ti y mañana por mí.

O ésta otra, un poco más adelante: «… Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley» (117.1 CE). ¡Bah! Hoy por hoy ningún juez de tres al cuarto se atreve a desairar a la zetacracia. Mira cómo están en el TC. Y si ésos, que son gordos, están como tarros de gelatina, de ellos abajo mucho más.

O sea, que algunos ya han dado por muerta y enterrada la Constitución. Y otros dicen que vive, pero que ellos, como no se sienten españoles, tampoco se sienten obligados a obedecerla. Y de los que todavía creen en ella, también hay algunos que empiezan a desmarcarse y en vez de hablar del terrorismo y sus víctimas (menuda matraca, oyes) vuelven a hablar del precio de los garbanzos, que eso es lo que interesa de verdad a los españoles. Hacía mucho tiempo que no se oía hablar del precio de los garbanzos…»

Señoras y señores, dejemos a este zetapero en sus cavilaciones y repitan conmigo: welcome to the Matrix World.

Pensamientos al vuelo

Ideas, intuiciones y otras cosas que se me pasan por la cabeza

starcrazypie astrology

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Las cuatro esquinas del mundo

Nadie entre sin aumentar la entropía

Mirando hacia arriba...

Reflexiones sobre cosas que pasan en los cielos

El vuelo del albatros

Pensamientos diversos a vista de pájaro

Cuatro amiguetes y unas jarras

Ya que no podemos arreglar el mundo, hablaremos de lo que nos interesa: la política y los políticos, el fútbol, el cine, y todo lo que nos molesta, acompañados por unas jarras de cerveza. Bien fresquitas, por supuesto

General Dávila

Nada hay como el soldado español y mi única aspiración siempre ha sido estar a su altura

VIA LIBRE

Escribo y difundo lo que me interesaría leer. Para todos los públicos

Verdades Ofenden

"Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga" Diderot. / "El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión" Ruskin – (Bitácora-Biblioteca virtual y PERSONAL, recopilatória de aquellos artículos que despiertan mi interés)

C Y K L O S

Asociación de Astrología de Cataluña

Queremos salir de la Crisis

¿Los políticos Tambien?

Galicia Futura

Blogazine Independiente / Abierto 24 horas

La Imagen Reflejada

El Patito se vió reflejado en el agua, y la imagen que ésta le devolvía le cautivó por su hermosura: era un magnífico Cisne

Es war einmal...

"Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente." (Abraham Lincoln)