Bien, pues ya ha terminado el sainete de Ferraz, subtitulado «Il bello, il brutto, il cattivo» (o si quieren, «el guapo, el feo y el malo»). Ha habido en Ferraz un proceso, que han llamado de «primarias», al que se han presentado tres candidatos nada menos. Cuesta creer que con lo maltrecho que anda ese partido a nivel general haya tres personas que quieran dirigir el cotarro socialista. Continuar leyendo «Sainete en Ferraz»
Categoría: PSOE
Del marxismo-leninismo… al consumismo
Bueno, bueno, bueno, bueno. Que la conferencia se ha terminao y no ha aparecío la Lirio por ningún lao. Así, más o menos, parece haber terminado la llamada conferencia política, en que al parecer han arreglado el país, more suo, y no han hablado de sus propios problemas, que era lo realmente interesante del asunto. Todo por la falta de autocrítica, podríamos decir. La única que ha sido medianamente sincera ha sido la presidenta andaluza, Susana Díaz: «Hay que reconocer que no estamos bien». Dicho esto, vayamos por partes, que dijo Jack el Destripador.

El León de Solares, pletórico
Primero, los problemas, que pueden distribuirse en tres frentes: primero, el judicial, con el que Susana Díaz ha de enfrentarse todos los días, aunque no pueda competir en estilo y clase con S.Sª Mercedes Alaya. Las revelaciones del diario El Mundo van poniendo de manifiesto la catadura de los individuos que mandan hoy en UGT; y ello, a su vez, complica el enlace entre UGT y PSOE, al igual que ocurre con CC.OO. e IU (vulgo Partido Comunista de ¿España?). Total, que Susanita tiene un marrón de tamaño king size.
Segundo, y parafraseando al ínclito Pasqual Maragall, «vostès tenen un problema, i aquest problema es diu PSC». El PSC hace mucho que es una olla de grills, donde cada uno diu la seva: unos comulgan ahora más con las ideas de ERCiU, como Montserrat Tura; otros piden la fundación de un PSOE en Catalunya y Pere Navarro se apunta a una especie de tertia via, que no se sabe a dónde quiere ir a parar. ¿Resultado? Votante socialista catalán desorientado, votante español cabreado y desorientado.
El anterior problema nos lleva al tercer y frente: el del liderazgo. El brujo mayor, pese a que ya está mayor, no quiere soltar la vara de tejo. Rubalcaba ya tiene 62 tacos, pero ha abrasado (por ahora) a todos aquellos que querían moverle la silla. El León de Solares se siente como un chaval y ha conseguido (por ahora) que no se hable de su sucesión. Cree que tiene cuerda para rato y que es una especie de sacrilegio hablar de sustituirle por alguien que pudiera ser auténticamente renovador. Poco importa que el partido se hunda en las encuestas y que sea en realidad un contrasentido el que alguien que lleva 40 años en el partido pretenda dirigir la «renovación»: él se aferra a su silla de montar y ha desafiado a los jóvenes a que lo descabalguen. Ninguno de los que se postulaban ha podido moverle ni tanto así, y Susana Díaz, administradora de la mayor federación que hoy le queda al PSOE, ha medido muy bien sus palabras para que no la tachen de «postulante».

RbCb, lírico, explicando su «amor a España»
Nos quedan, pues, los temas de los que sí se ha hablado en la famosa conferencia política. Forman casi todos ellos parte del discurso tradicional del PSOE. Veámoslos brevemente:
a) El laicismo. Bueno, Pablo Iglesias hubiera pegado un respingo de haber oído ese vocablo, proveniente de la reserva ideológica de la masonería francesa; pero conecta bien con aquello del Fundador de «… aniquilar a la Burguesía, al Ejército y a la Iglesia», que dijera en aquel 7 de mayo de 1910 en el Congreso. Antigualla que hoy se traduce en «denunciar el Concordato»: que no hay tal, sino un Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos de enero de 1979 (suponemos que usan el término «Concordato» porque suena más «nacionalcatólico» y para engañar a los bobos). Y que se traduce también en aplaudir a rabiar cada vez que un tarado pone un explosivo en una iglesia… si es que no lo mandaron ellos. Laicinismo a tope, vaya.
b) Cambios en la LOREG. Veamos. La LOREG es de 1985 y vino en el mismo pack que la LOPJ (dos fechorías por una en pleno verano: una ganga, oiga). Y en todos estos años no la han tocado ni una sola vez. Ni en los trece que gobernó Felipe, ni mucho menos en los ocho que mandó ZP (por supuesto que los otros tampoco). ¿Vamos a creerles ahora, que están en horas bajas y que son capaces de prometer la luna para volver al poder? Va a ser que no.
c) El diputado 351. Otra pamema de RbCb. De ésas que, como decía Tierno Galván, uno debe olvidarse cuando consigue su objetivo, a saber la consecución del poder. No hay más que tirar de hemeroteca para descubrir cuándo han escuchado ellos al «pueblo» (para ellos un ente abstracto, un arquetipo marxista, nunca personas de carne y hueso). Es decir: nunca.
d) La corrupción. Vaya, ahí le han dado. Si empezaran a eliminar cargos y carguitos simplemente imputados (no ya condenados por sentencia firme), lo mismo tenían que plantearse la refundación. De hecho, ahora ya deberían, pero esa limpieza sería una razón a fortiori. De su actuación anterior en estos casos no cabe esperar gran cosa de esta propuesta tampoco.
e) Cambios constitucionales… pero de derechos ya existentes. Lo que pone los pelos de punta es que quieren incluir el aborto y la eutanasia entre los derechos fundamentales, en contradicción directa con el art. 15 en su redacción actual. De los demás que proponen sólo puede deducirse una cosa: que, como estatistas que son, no admiten la preexistencia al Estado de las libertades individuales. Como en el mejor relato de «1984», creen que sólo el Estado concede y restringe derechos y libertades. De ahí su «construcción» acerca de los «nuevos derechos» (y de modificación de los ya reconocidos). Como las orwellianas correcciones a los Siete Mandamientos
f) Finalmente, sus risibles propuestas en materia de iguar-dá. Vuelve la burra al trigo con las cuotas vaginales y demás, justificando así a personas totalmente ineptas (pero muy zapateras) en la asunción de cargos y canonjías varias.
¿Lo mejor de la «conferencia»? La recuperación del discurso nacional, primero por Susana Díaz (increíblemente) y después (aún más increíblemente) por Rubalcaba, viniendo a decir que «ningún partido tiene tanta pasión por España como el PSOE». Este tío o es un cínico, o flota, o ambas cosas. ¿Ya hemos olvidado aquella frasecita de ZP según la cual «España es una nación discutida y discutible» y que, aprobando el Estatut dio paso a la primera fase de la voladura controlada de nuestro sistema político?
Bueno, y que aplaudieron a rabiar a ZP… y un poco menos a Felipe, cuya chaqueta de pana apestaba a naftalina de tan poco uso que le da. Total, lo que decíamos al principio: que el PSOE ha pasado del marxismo-leninismo abandonado en Suresnes 73… al con-su-mismo. Es decir, a la recuperación del ideario de toda la vida. Para que la ilusión del retorno sea completa, faltará que recuperen también ese marxismo-leninismo. Mientras terminan de volver de no se sabe dónde, que en vez de la Internacional vayan ensayando esto otro…
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que ésos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado…
El verdadero recorte
Recordarán ustedes a la indiota de Marta Garrote acusando al Gobierno del accidente del Alvia gallego debido a los recortes del Gobierno. Como desde hace mucho ocurre en las Batuecas, la demagogia grita más que la verdad y parece que no hay más «verdad» que la demagogia. Hace apenas dos semanas la bancada «socialista» (y lo pongo entre comillas porque han vaciado de contenido esa palabra) se llenaba la boca con los «recortes del Gobierno», que fueron «los causantes de la catástrofe ferroviaria». Con eso habían creado el gancho para colgar todas sus mentiras, insultos, intoxicaciones o inshidiash, que diría Mariano. No es muy diferente a como actúa un troll a sueldo de ellos; pero claro, ellos hilan más fino. Continuar leyendo «El verdadero recorte»
«Hable»
Hace ya unos cuantos años tenía yo una saladísima amiga sevillana que, al llamarla yo por teléfono, en vez del «¿Diga?» habitual y con curva de entonación interrogativa, decía «Hable» y con entonación más o menos imperativa. Es decir: hable usted y diga lo que tenga que decirme sin demora. A mí siempre me chocaba esa respuesta; de hecho, sentía cómo me ponía firmes y todo. Nunca más supe qué fue de ella y ciertamente nunca volví a encontrar a nadie que respondiera a una llamada de teléfono de tan –para mí– singular manera. Sin embargo, este recuerdo (placentero, por otra parte), me sirve ahora para repasar de un vistazo la actualidad de este verano caliente. Y de ese repaso deduzco que hay muchas personas que, debiendo hablar, no hablan. Continuar leyendo ««Hable»»
Verano calentito
En este primer post del verano no hacemos sino constatar lo siguiente: que los españolitos hemos adquirido el derecho a tener un verano caliente. Ríanse ustedes del gabacho dizque científico que aseveró que «en España íbamos a tener el verano más frío de los últimos 100 años». Unos hachas, oigan. Que por cierto y según oímos en la radio hace un par de días, un empresario de la hostelería mallorquina está buscando al genio para darle una manta de… recaos. Continuar leyendo «Verano calentito»
Pactos

Parece que es la palabra de moda en el mundillo político estos últimos tiempos. Sobre todo aquellos que se las dan de estadistas (ya sean plumillas o políticos en ejercicio) no dejan de repetir como un mantra «… es necesario hacer un Pacto de Estado sobre esto o sobre lo otro», o «hemos de tener una posición común ante (Europa, el euro, la PAC o lo que a ustedes se les ocurra). Intentando hacernos creer como que ellos creen en la Nación española y en los españoles. Y los propios políticos batuecos se han puesto a ello… con resultados decepcionantes, por cierto. Lo más gracioso es que algunos ponen de ejemplo los Pactos de la Moncloa (¡horror!), en los que se escrituró el reparto del pastel español, remachados posteriormente con la socialdemócrata Constitución de 1978.
Pero es que el tema es otro. Verán: en mi opinión, en la cainita política española, a todos los niveles (general, de «nacionalidades», de «regiones» o municipal), un pacto se hace para fastidiar a un tercero: CiU y ERC «contra Espanya», PNV y Bildu contra el «Estado español opresor y torturador»… o Partido A – Partido B para quitarle la alcaldía al cuñado de alguno de los dos partidos del pacto. A veces también a aquella persona o formación con la que se pacta, también llamado abrazo del oso. Aquí no distinguimos a veces entre «amigo» o «enemigo». A mí se me ponen los pelos de punta cuando hoy se oye decir o se hace pasar por «noticia» que «los dos grandes partidos van a pactar» porque me imagino quien ostenta aquí la condición de tercero: es decir, el pueblo español.
Y es que hablan de pactos como si éstos fueran la panacea para todos los males de la Nación. Hasta Mariano se esfuerza en parecer «dialogante» en vez de usar el rodillo de su mayoría absoluta. Porque ésa es otra: la (presunta) izquierda tiene bula. Queda para la memoria histórica el «rodillo» que aplicaban los socialistas una y otra vez cuando aquella mayoría de los 202 diputados (ésa ya no volverá). Pero si Mariano hace lo mismo lo más bonito que le va a llamar la (presunta) izquierda es, como todos ustedes saben, «fascista» y «totalitario». La socialdemocracia española, ese monte en dos cumbres dividido, es lo que tiene.
Por lo demás, uno es más o menos anticuado y cree que los pactos se dan entre caballeros, entre gente leal y honesta. ¿Qué es lo que puede darse entre tratantes de feria de ganado, como parecen ser los dirigentes de los partidos políticos con mando en plaza? ¿Qué pacto es posible entre personas cuyo máximo afán es sacar ventaja de la desgracia del otro, prestos a apuñalarse al primer descuido? Que luego resulta que todos ellos están en la misma pomada, por más que de cara a la galería, a la carnaza y al deporte nacional (pesoe-pp, pp-pesoe y vuelta la burra al trigo), se tiren los trastos a la cabeza.
De la lealtad hacia quienes son «mandados» por ellos («gobernados» es una palabra que a la casta política actual le viene grande) mejor ni hablamos. Y decimos más: en este contexto de globulización (que no «globalización»), en el que resulta que no podemos crecer demasiado para no ofender a los vecinos y a los que se creen por encima de nosotros, esta casta política es precisamente lo que aquéllos (vecinos y presuntos superiores) necesitan para tenernos a raya. Bien parece que la casta nacional trabaja para ellos.
Finalizo: los pactos deben tener la divisa del bienestar de la Nación. Divisa que no tienen ni por asomo los partidos con mando en plaza. Los españoles nos estamos cansando y pagamos con desafección la lealtad de los políticos a aquellos que les ponen en los puestos de salir en las listas electorales. Yo sinceramente espero que no sea demasiado tarde para que políticos de formaciones diferentes sean capaces de pactar poniendo el interés y el bienestar de todos los españoles por encima del de sus partidos o de sus redes clientelares. Creo que, por ahora, el discurso de Albert Rivera es el más sensato de cuantos se oyen en el guirigay político nacional. A ver si surge otro político con la misma perspectiva.
Cuentos (socialistas) chinos
Sorprendido me ha dejado un artículo que apareció hace varios días en El Mundo firmado a dos manos por la Talegona y el Jodón. No sólo por el hecho de publicarlo chez Pedrojota (¿no tenían espacio para ellos los Janli boys, hábitat natural de ese par de dos?), sino y sobre todo por su contenido.
Para empezar, el amplio currículum de ambos ha sido ampliamente expuesto por los medios. Jodón Elorza se ha visto obligado a ceder espacio a los bilduetarras tras defender que dejarlos presentarse a las elecciones municipales era un «ejercicio de democracia», en línea con los (equivocados) planteamientos del camarada Egiguren y el alma nacionalista del PSE-EE. Teniendo en cuenta que el socialismo no ha entendido que los experimentos deben hacerse en casa y con gaseosa, lo que les pasó en las últimas municipales se lo tienen bien merecido. Por lo que hace a la Talegona, eximia representante y relevo generacional de la histórica gauche Clicquot, no es necesario encarecer mucho su trayectoria, referida en nuestro blog aquí a través de Luis del Pino.
Pues bien: con estos mimbres se teje ese artículo que, mirado con detenimiento, provoca la risa floja en quienes lo leen sin prejuicios. Desmenucémoslo un poco.
«Pasión por la democracia»
Es de risa leer a dos representantes de la partitocracia identificarse con «las bases». La obligada referencia la Transición, cuyo único «beneficio» fue permitir que los españoles pasáramos de aguantar una dictadura a aguantar diecisiete sin pegar un solo tiro, es delirante aunque nada rara en dos participantes/beneficiarios del consexo. Vean, si no:
Las bases del PSOE hemos de recuperar la pasión por la democracia, empaparnos del espíritu democrático de la Transición y del valor del pacto en defensa del interés común para avanzar con propuestas concretas en el combate contra el desempleo y en favor de una regeneración del sistema político que dé más legitimidad a la democracia.
Pero lo mejor viene ahora:
Recuperar la pasión por la democracia significa: acabar con la corrupción; hacer transparentes las cuentas de los partidos; apostar por una reforma electoral con listas desbloqueadas y mayor proporcionalidad; la no acumulación de cargos, democracia interna en los partidos y sistema de primarias para elegir cargos internos y candidatos con el voto directo de sus militantes; y una ambiciosa Ley de Transparencia que obligue a los partidos, CEOE, sindicatos y Casa Real.
No me cabe duda de que o son bobos, o creen que lo somos nosotros. Todo eso que dicen que hay que recuperar es lo que debieron haber «recuperado» en los 8 años que estuvieron en el poder. Pero está claro que son expertos en evitar la demanda de cualquier responsabilidad por sus dichos y acciones y queda claro también que no tenían intención alguna de llevar a cabo entonces todo esto que dicen ahora.
«Ofrecer un contrato ciudadano para dignificar la política»
La cosa va in crescendo. Siguen tomándonos por bobos, eso sí. Uno creía que el famoso contrato ciudadano era el programa electoral, transformado así en programa de gobierno ganadas las elecciones. Ese documento donde se especificaban aquellas áreas que el partido concurrente iba a enfatizar una vez llegado al poder. Pero, ¡ay!, esos programas ya no los cumple ni el PP-de-Mariano, que se aferra a excusas para no contarnos con pelos y señales el lío completo de la herencia recibida y que por si fuera poco, condecora a quienes nos hundieron. ¿Para qué tanto abogado del Estado, tanto registrador, tanto funcionario… si en realidad falta lo más importante, a saber, voluntad de servicio al país y fe en España y los españoles?
Tiene mucha guasa que sean precisamente dos socialistas los que hablen de contrato, sobre todo cuando uno recuerda que la buena fe es un elemento esencial de cualquier contrato. Buena fe que ellos no han dudado en traicionar cuando les ha convenido, postergando el interés general de la Nación española y de sus habitantes al interés partidista propio (o incluso a intereses bastardos contrarios al mencionado interés general). Lástima que el PP, que creíamos otra cosa, se haya apuntado a esta moda también. Comprueben ustedes mismos el grado de cinismo de ese par de dos:
Se trata de un contrato político que recoja el compromiso solemne del PSOE con una forma ética de hacer política, con rendición de cuentas de los representantes elegidos, con un concepto más democrático del papel de la ciudadanía que la empodere y la implique en la gobernanza, profundizando cauces de participación como la iniciativa legislativa popular y la práctica de las consultas y del referéndum. Un contrato para defender juntos una democracia ética y participativa que suponga abrir un proceso de participación ciudadana en la elaboración del programa electoral
.
Nunca estuvo la ciudadanía más sometida y menos empoderada que durante los dos períodos de gobierno socialista, especialmente el último. Pero claro: no va a haber nadie que se lo diga. El párrafo perpetrado es una alabanza al zapaterismo más estricto, el de Humpty-Dumpty («Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos»). Pero estos señores, obviamente, no se miran al espejo por las mañanas.
Construir un proyecto alternativo frente a la crisis, reformista y transformador
El colofón y la guinda del pastel. Usan de las palabras mágicas: «alternativo», «reformista» y «transformador». Creo sinceramente que los asesores del PP y del PSOE son intercambiables: ¿el reformishmo de Mariano es el mismo que propugna este par de dos? Porque para usar prácticamente los mismos concetos… Y más en detalle: ¿cómo puede calificarse un proyecto de «alternativo» cuando quienes lo van a liderar llevan no menos de 20 años en política?
Por otro lado, el contenido del famoso proyecto está lleno de los mismos topicazos de la izquierda de toda la vida. Vean:
El proceso de transformación ha de incorporar: un sistema fiscal más progresivo; el combate contra el fraude fiscal; un control efectivo sobre la Banca española y las decisiones de las grandes empresas; la racionalización y configuración federal de un modelo territorial que sea eficiente y coherente con un Estado plurinacional y multicultural; la modificación y el refuerzo del sistema de educación y sanidad pública; y un programa para una Europa más social y democrática de la mano de los Partidos Socialistas europeos, que ha de abordar la «utopía», de regular los mercados especulativos y actuar sobre los paraísos fiscales. En definitiva, contribuir al bien común de la sociedad en su conjunto.
Ustedes mismos se dan cuenta de la sarta de tonterías que ha dicho este par de dos bebés destronados. Sería como darles la manguera y acto seguido oírles decir: «Me encanta el olor del napalm por la mañana». En fin. Tenga uno que aguantar a una casta extractora (o al menos la parte que ha cedido el turno) y óigase llamar «¡fascista!» para esto. Es decir: para no cumplir nada de lo prometido una vez que la han metido…
Comisiones

«Bueno, este… yo me tengo que ausentar porque he de seguir defendiendo
a esta gran nación en otro campo de batalla…»
Me hacen mucha gracia las noticias que salen en los medios de comunicación acerca de las comisiones de investigación. Se anuncian con todo bombo y platillo por parte del partido en la correspondiente oposición (nacional o autonómica). «¡Esto es una inmoralidad! ¡Vamos a pedir una comisión de investigación que se va a cagar la perra!», vocean algunos. Luego, claro, si el partido gobernante tiene mayoría absoluta, no necesita a nadie más para negar su constitución. Continuar leyendo «Comisiones»
Circo: pista izquierda
El circo sigue adelante: show must go on. La Carmeta nacional se ha abstenido, que ahora ya ni Carme ni Carma ni nada de nada. Supuestamente y para no enfadar a tirios y a troyanos, Chacón ha decidido no pronunciarse. Y suena rarísimo todo, qué quieren que les diga: teniendo en cuenta cómo literalmente la barrieron antes de salir al ruedo y las lágrimas (¿verdaderas?) que dejó caer para decir que no se presentaba en aquella rueda de prensa, la declaración de adhesión inquebrantable al líder suena rara. Como también sonaron raros los mimitos que se hicieron el jefe y ella en público, que sonaron más bien a esto…

El caso es que esta declaración de adhesión inquebrantable llega justo en el peor momento para Rubalcaba: el PSOE contando apenas con 108 diputados, tan lejos, ¡ay!, de aquellos históricos 206 que alcanzó Felipe en su primera legislatura. El debate del estado de la canción dejó clara cuál era su estatura: en medio de su lucha con la sombra (la de su pasado), el rayo de las palabras de Pere Navarro le fulmina como primer espada de la oposición mientras a Mariano, as usual, hace historia sin movérsele un pelo de sus galaicas barbas. Que es una idiotez: a fin de cuentas, el Rey ha dicho por activa y por pasiva que quiere morir con las botas puestas y la sucesión coronada tendrá que esperar (la República, posiblemente, más). Pero las palabras de Pere Navarro, que no sé si fuera de la política es alguien, dieron la puntilla a su jefe por el momento en que se le transmitieron y han hecho emerger un problema que el PSOE tiene con su federación-sucursal-lo-que-sea catalana: que ellos quieren ser socialistas, pero sin tener que ver nada con Madrit.
Y aquí es donde Rubalcaba lo tiene espeso. Si ejerce de líder corre el peligro de quedarse con menos de 100 diputados. Porque debería sancionarlos y expulsarlos (le han perdido el respeto) y éstos, como el escaño es de ellos y no del partido, irían directamente al Grupo Mixto. Un espectáculo tan chusco como ver a Montilla y a Chaves hablando mediante pinganillo en el Senado. Por otro lado, si no ejerce, quedará en evidencia la debilidad de su posición y de su autoridad. Ambas hoy dependientes de que a Griñán, antiguo chaconista, se le mueva un pelo de la barba. Y a uno le entra la risa floja cuando oye decir a Rubalcaba que «hay que cambiar de nombre». O que «hay que refundar el partido» y el que pretende liderar esa refundación es él, que ya lleva 30 años en política y que, menos Presidente del Gobierno electo, lo ha sido todo en ese mundillo.
Quizá ahora la Carmeta nacional entienda que ha llegado la hora de su venganza. Que la generosidad no cotiza al alza en la política batueca y los políticos batuecos rumian en silencio su venganza, y la sirven en plato convenientemente frío a su víctima. Que, naturalmente, a quien le temblará la voz ahora será Freddy el Químico. Y a los diputados catalanes que no han votado en el sentido de la dirección nacional. Que éstos quizá en ese partido que tan bien definió el profesor Francesc de Carreras, el Partit Únic Catalanista, formado por CiU+ERC+IC (se terminarán de decidir si quieren «independencia» o «drets socials», porque ambas no pueden ser, les guste o no), las CUPs y los segmentos más nacionalistas de PP y PSOE.
En cualquier caso, natura abhorruit vacuum. Si el PSOE se derrumba, veremos quién ocupa su sitio en el intermedio. Que no creo ni por un momento que sea un émulo del Enano Dakota.
Espía como puedas

Sepan ustedes que en las Batuecas, como el jefe, tenemos de tó. No solamente gambas, chopitos, croquetas y jamón. La oferta también incluye chorizos de calidad suprema y otros embutidos de difícil digestión para los batuecos, como el fuet andorrano-suizo en sus diversas variantes.
Pues bien: hemos incrementado la oferta. Ahora, además de todo lo anterior (poca broma), resulta que en esa parte de las Batuecas en que los batuecos van por la calle con la barretina calada hasta las cejas, disfrutaremos de cine. Naturalmente pagado de nuestros bolsillos (en las Batuecas no se entiende el cine de otra manera); pero en eso los batuecos nos hemos mostrado desgraciadamente muy productivos. Vean, si no, la que se ha montado desde que sabemos que se graban conversaciones en los restaurantes. Aparte de ser una catástrofe para el negocio de la alta restauración (¿qué pez gordo irá ahora a comer a un restaurante de campanillas para degustar la cuina del país si sospecha que hay bichos en el florero?), ha trascendido que sobre la clase política catalana existen nada menos que 500 informes. Desde luego que es una cuestión de método, pues sólo de esa manera puede llegar a reunirse tanta información.
Desarrollando un poco más la noticia, resulta que todos han encargado informes de todos, unos más y otros menos, pero todos han querido levantarle las faldas (o bajarle los pantalones, no seamos sexistas) al adversario político, con sospechas fundadas de que encontraría algo. De hecho, el problema es que haya algo que encontrar. Pero no nos desviemos, que la cosa tiene su aquél. La agencia de detectives que hizo los seguimientos y demás es una empresa de José Zaragoza, fontanero de Montilla y uno de los capitanes del Baix Llobregat que se rindieron al charnego de Iznájar transmutado en chico de los recados de la oligarquía política catalana. Lo que significa que esa agencia espió a todos por encargo de todos.
Y eso a su vez nos da idea a los ciudadanos de a pie de la desconfianza reinante en(tre) la ¿alta? política catalana, así como de otro hecho lamentable: dedicarse a hundir el crédito ajeno significa que el propio está agotado, cosa que efectivamente le ocurre hoy al PSC. Por eso se dedican a intentar sacar los trapos sucios de los demás, mientras procuran tener los suyos a buen recaudo. El problema es que, además, la fama les precede, porque no es la primera vez que los pillan haciendo guarreridas españolas con alevosía, premeditación y nocturnidad. Recuerden ustedes y sitúense allá por el año 1992, con la resaca olímpica a punto de caernos encima. En aquel año del Señor (Felipe, aún), era a la sazón vicepresidente del Gobierno Narcís Serra, cuando la costumbre era tener un solo Vice. Tuvo que dimitir por una pifia llamada escuchas del CESID, el predecesor del CNI. Apuntaba maneras el tema.
Más recientemente tres nombres (de los que se conocen y se acuerda uno) siguen jalonando la trayectoria del espionaje socialista. El primero de ellos fue Roberto García-Calvo, magistrado del TC, de quien dicen que, por ser «conservador» y al estar en contra del Estatut catalán «había que apartarle» de las votaciones. El segundo de los nombres es Manuel Pizarro, a quien dos agentes del CNI, al parecer, realizaron algún seguimiento. Finalmente, una palabra que, aunque desde cierta bruma de la memoria, les puede llegar a sonar: Interligare. Nada menos que la empresa que instaló equipos de escucha dos o tres números después de Génova, 13. Eso explicaría el exabrupto a Carlos Floriano: «Sé todo lo que haces y oigo todo lo que dices», aunque, como siempre, lo complicado es demostrarlo. Máxime cuando los depósitos de pruebas judiciales parecen tener las puertas de plástico si la persona a la que se puede imputar es pez gordo de Ferraz.
Pero con ser los que más han acudido a esta clase de prácticas nada legales, no son los únicos. Albert Boadella relata en su libro Adiós, Cataluña cómo, llevado a presencia del Molt Detestable Pujol, éste le puso delante un dossier. Y esto, ya antes de llegar al Pati dels Tarongers. Lo cual hace suponer que después se dedicaron con más ahínco (y más medios) a recopilar información de todo el mundo…
Total, que ahora la política catalana está como la RDA justo antes de la caída: nadie se fía de nadie porque todo el mundo espía a todo el mundo a cuenta de la Stasi. Saber quién represente el papel de la temida policía política de Honnecker puede aquí ser complicado. O tal vez no. Mientras tanto, disfruten cuanto puedan de esta peli de espías de serie B… Dejo a su criterio decidir quién es, en el caso de Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, quién es la que tiene los pantalones bajados.